jueves, 29 de julio de 2010

Primera ola polar en el social

Es un invierno duro, atípico. Hace recordar aquellos lejanos años de escarcha en el Euskal. Este año el frío vino a acuchillar nuevamente y los estiletazos polares, como era de esperar, no fueron ajenos al Lomas Social y las feroces justadas deportivas que se llevan a cabo cada martes a las 20:00 (sí, a las 20:00, de aquí en más se exige la puntualidad de los players).

Pero la gélida ventisca no ataca por igual, siempre hay esternones más propios a congelarse que otros. Esta vez, los pechitos más desabrigados fueron los de Migue, Pato, Javi, Pata y Juli. En cambio, los que se templaron ante la adversidad fueron Tete, Juani, Txetxo, Mariano y Juanma, que al cabo de dos fechas quedó como único puntero.

Los que se apirgüinaron comenzaron en ventaja, con un claro dominio de las acciones que los puso en ventaja prontamente. En el primer tramo largo del partido la diferencia para los posteriormente freezados fue de solamente dos goles, producto de la mala definición. Pero los goles que no habían llegado aparecieron más tarde para estirar la diferencia a cinco tanto. Parecía indescontable. Parecía. Hasta que empezaron a perder la pelota en ataque y no retroceder, a dejar de marcar y a salir mal para regalarle la pelota a los rivales. Este blog se ha caracterizado por su acidez y por su señalamiento sin filtro a los players; sin embargo últimamente estuvo muy light, así que con la siguiente acusación pone un poco de pimienta: Juli y Pata fueron los principales responsables de la caída de los suyos.

En un santiamén los que se quedaron con los tres puntos se pusieron arriba en el marcador y la diarrea mental de los adversarios no encontró pastilla de carbón que parase la repentina cagadera. Fue victoria, finalmente, por dos tantos de rediferencia, con el último gol ya con Toti al costado de la cancha, que paró el encuentro con una puntualidad inusitada.

La nota distintiva de la jornada fue el fuerte cruce filial entre los hermanos Ostolaza, que se mostraron fáciles de subir la montaza. Un encontronazo entre el mayor (fouleador) y el menor (fouleado) de la dinastía dio la chispa. A la pirotecnia verbal inmediata se sumó el del medio en defensa de su hermanito, no porque entendiese que tuviera razón, sino simplemente porque era de su equipo. Los insultos que fueron y vinieron refirieron incluso al la madre (que fue quien le enseñó a leer y escribir a mi álter ego!!!) que los trajo al mundo. Tranquilidad muchachotes. Calmada la verborragia, la disputa siguió con pierna fuerte, a lo que Juani, vale señalarlo, se la bancó muzzarela y, de paso, se sumó sus tres primeros porotos.

Johnnie Walker

Baldosa de oro: Juanma
Baldosa de mimbre: Pata
Baldosa asfaltada: Tete
Baldosa de redonda: Migue por su gol (el segundo del partido) al ángulo siendo portero.

miércoles, 21 de julio de 2010

Pata estrenó título y botas

En el inicio del Clausura 2010, el vigente campeón, que llegó con impecables timbos blancos a estrenar, arrancó su defensa con victoria. Quiso el destino (o más bien Juani, encargado de armar los equipos) que sea compañero de equipo de Martín, a quien le arrebató la corona cuando la Junta Revisora detectó una falla y consagró como campeón al lungo lehendakari en detrimento del incurable gambeteador. El quinteto lo completaron Migue, Juanma y Pata. El padre de Imanol tuvo una buena actuación, aunque causó insultos de grueso calibre de sus rivales por dos cortes arteros en la mitad de la cancha (una mano y un foul) cuando era arquero y la contra adversaria amenazaba terminar indefectiblemente en gol. Luis Suárez lo hizo en Sudáfrica 2010 y se conviertió en héroe oriental, así que parecerían no tener lugar los improperios para el defensor del título.

El equipo perdedor lo integraron Guindi, Tuca, Jito (nunca sumó tres puntos desde la inauguración de estos torneos, allá por inicios de 2009), Galgo y Juani, quien alguna vez supo ser campeón, pero luego cayó en los abismos, por lo cual la ralidad le pone como buen objetivo apuntar a terminar en la línea de flotación, mitad de tabla.

El nuevo torneo arrancó con un partido de altísimo vuelo. Un encuentro de gran ida y vuelta, parejo, exigente, rápido y preciso. Partidazo, sin más. Y con sorpresas. Sorpresas con nombre propio. Juani corrió mucho y Pato estuvo muy preciso. Al parecer, la motivación de arrancar con un torneo nuevo todo lo puede.

El team ganador empezó en ventaja y logró extenderla a tres goles (máxima diferencia que se estableció). La verticalidad y velocidad de Martín y Juanma era su arma de ataque. Pato aportó en la marca y más que nunca en el juego. Migue arrancó siempre desde atrás como primer eslabón de cada jugada, con importante sacrificio por un malestar general que lo tenía pálido. Pata, el quinto elemento, se destacó en el arco y como jugador de campo equilibró la mitad de la cancha, pero sin uso de su chutazo.

Del otro lado, la apuesta era la habilidosa sociedad Jito-Tuca, que por momentos funcionó bien y en otros no encontró conexión. Sin wi fi, banda ancha, ni al menos dial up, la batuta la tomaba entonces Juani, con el transitar del Galgo, más esforzado que efectivo. En uno y otro caso, Guindi se abocó a la marca casi con exclusividad, ya que sus proyecciones manusovichescas brillaron por su ausencia. En varias oportunidades llegaron a la igualdad transitoria y hasta a liderar el marcador por un gol de ventaja, pero en todo los casos esa situación favorable se desvaneció ante el primer ataque rival, que finalmente se impuso por un par de tantos.

El nuevo torneo arrancó con todo; fútbol de alto vuelo que eleva la exigencia invernal si se pretende mantener siempre el mismo nivel de juego. Así será hasta que comience a calentar el hermosos sol de primavera y ya con temperaturas elevadas y profundos escotes en cada vereda, allá por el 7 de diciembre se conocerá al campeón.

Johnnie Walker

Baldosa de oro: Martín
Baldosa de mimbre: Guindi
Baldosa asfaltada: Juanma
Baldosa redonda: Juani, por su gol a Martín.

jueves, 1 de julio de 2010

Rectificación y renuncia: El campeón es Pata

Tras la advertencia de Pipa y con la ayuda en el conteo de Guindi, es necesario me rectifique y quede reconocido que el campeón del Apertura 2010 es Pata y no Martín.
Tras el grave -aunque sin mala intención- error cometido, que implicó manosear el destino de gloria de Martín, y por la flojedad y el sinsabor de crónicas que alguna vez supieron ser agradables, no puedo más que poner mi renuncia a disposición de los players como responsable de este blog.

Johnnie Walker

Saludemos al nuevo campeón

En un mundo injusto, el fútbol, aunque sea por una vez, puso las cosas en su lugar en el Lomas Social. Martín, el mejor de la primera mitad del año, se consagró campeón del Apertura 2010. Llegó a la última fecha con los mismo puntos que Pato (y que Pipa, ausente de la definición por desgarro) quien con el triunfo se quedaba con el título ya que tenía un partido menos. En la disputa de calvos hinchas de Banfield, la consagración fue para el habilidoso en detrimento del picapiedras.

Martín compartió equipo con Tete, Matu (ganó su primer partido), Waldo y Pata, que terminó como subcampeón y lo paso a Pato por arriba (literalmente en la cancha). En tanto, el hombre de prensa fue el eslabón más débil del quinteto que completaban Migue, Txetxo, Juani y Guindi, quien perdió su invicto.

Durante todo el partido, Martín procuró mandar a su equipo para adelante y marcó diferencias en el mano a mano, haciéndose clave en una remontada que parecía difícil. Porque en un momento, pasada la mitad del partido, el equipo de Pato su ganaba por cuatro. Pero se quedó sin nada. Hay muchas aristas posibles para analizar esa situación, pero la síntesis es mejor en este caso: cagón.

Pato arrancó el partido con una mentira de buena actuación que se esfumó pronto. Tuvo actuación tétrica y logró que se vayan más calientes sus cuatro compañeros que él mismo, que era quien peleaba el título. Tuvo su merecido castigo al perder el título y quedar, incluso, fuera del podio.

Tete y Pata fueron valiosos lugartenientes para Martín. Corrieron y metieron todo el partido. En tanto, del lado de los derrotados Guindi y Txetxo hicieron un gran esfuerzo para que su compañero alcance la gloria, pero no alcanzó. Sí de entrada, porque el equipo de Pato empezó mejor, con buena rotación en ataque y atento en la marca. Pero se desintegró, se hizo largo, regaló pelotas (Pato) y cedió en la marca. Se derrumbó como un castillo de arena y Martín y los suyos supieron hacer lo suyo para construir una victoria tan legítima como merecida.
Salud al campeón.
Hasta el Clausura.

Johnnie Walker

Baldosa de oro: Martín
Baldosa de mimbre: Pato
Baldosa de asfaltada: Tete
Baldosa de redonda: Guindi, por su gol ángulo desde mitad de cancha.