El último encuentro en el reducto del Lomas Social contó con la presencia de once jugadores, dado el anuncio de ausencia y la posterior intempestiva llegada de Seba, en cuyo lugar se había convocado al gladiador Guindilla. El lungo y entrecano otrora temperamental volante central alineó prestamente con el empresario de los alfajores, Martín, Julián, Pato y Pata. Enfrente quedaron Tete, Juani, Mariano, Txetxo y Javi. El equipo que contaba con seis integrantes mantuvo, como es habitual, a uno de sus integrantes fuera para realizar un cambio cada diez minutos.
Partido de trámite parejo, luchado y por momentos de pierna tiesa, llegó al final con el marcador igualado y la definición tuvo como protagonistas a inesperados goleadores, jugadores que suelen tener una distancia marcada con el festejo, que tutean al gol porque les es prácticamente desconocido. La igualdad la rompió Txetxo para poner arriba a los suyos por 1, poco más tarde, el propio hombre Pincha estiró la diferencia. Cuando todo parecía juzgado, Pato, que estaba como portero, cruzó la mitad de cancha en un corner a favor y acortó la diferencia con un derechazo cruzado. EL conjunto en desventaja fue con todo por la igualdad y la consiguió por intermedio de Guindi, quien contó con la inestimable colaboración de Javi, que estaba como arquero.
Con el partido en tablas y Toti al costado de la cancha junto a los jugadores del partido que aguardaba para su inicio el final del que se estaba jugando, impero la lógica. El conjunto que lo había empatado yendo desde atrás fue a buscar el triunfo con más decisión que su golpeado adversario. Y esta vez el gol llegó de la mano (o el pie, mejor dicho) de alguien sí familiarizado con inflar redes. Una pelota suelta en el aréa fue peleada por Pato y Javi, aún como guardametas, y la pelota salió planchada delante del habilidoso banfileño, que con tranquilidad y cara externa sentenció una nueva justa deportiva de tinte baldoseril.
Johnnie Walker