La tercera fecha del Clausura tuvo particularidades, rarezas, cuestiones atípicas. Juani ganó dos partidos seguidos y Matu pudo sumar tres puntos, algo absolutamente inusual en él en el reducto de la calle Las Heras. Estos dos muchachos hicieron equipo con Juanma, Migue y Txetxo para derrotar al quinteto compuesto por Pata, Martín, Peluca, Tete y Guindi. El blondo fierrero se corta arriba. El encuentro fue desparejo en buena medida por la suerte de los triunfadores, a quienes el arco se les abrió por completo y todo lo que pateaban era saque del medio. De rebote, de cerca, de lejos. Hubo para todos los gustos.
Al consultar a uno de los ganadores sobre el desempeño de sus compañeros, hizo foco en tres de ellos. “Juanma es un avión, Migue se potencia con el hermano mayor y Txetxo es un caballo loco", me dijo. Esta estocada al elemento pincharata de los ganadores no fue la única que sufrió; injustamente, claro. La otra fue lacerante a su persona, ya que al momento de armar los equipos, con ánimo de hacerlos parejos, los dos repartían despóticamente jugadores para uno y otro lado al momento de decidir entre el hincha de Estudiantes y el bostero gerente telefónico (si aumentan los abonos de los celulares te vamos a apalear las piernas) uno le dijo al otro a quién prefería y el tipo en cuestión respondió: “Peluca, en cama con 50 grados de fiebre y una pata quebrada”.
Por último, a este cronista se le ocurrió consultarle a la misma fuente sobre la producción de un gran talento, el subcampeón del pasado torneo, Martín. La definición fue lapidaría: “Jugó para el ojete”. Entonces pensé que el telefónico sí habría tenido una actuación destacable, pero otra vez llegó el estiletazo: “Peluca es una tortuga, vive del pasado”.
Hasta el próximo encuentro.
Johnnie Walker
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