miércoles, 31 de marzo de 2010

Recreación

La tabla de posiciones se tomó un descanso en la noche de ayer. El torneo puntuable cedió ante una multitudinaria convocatoria, porque al parecer Juani se ha propuesto organizar cada encuentro de los martes con un número necesariamente distinto a 10. Hombre de gran corazón, el natural de Llavallol se niega a dejar a alguien afuera en un fútbol de amigos; actitud no reprochable y digna de admiración, a fin de cuentas. Sin embargo, los mismos rumores que el año pasado decían se armaba los equipos para ser campeón, ahora aseguran que las nóminas extendidas tendrían una doble finalidad; por un lado, buscar la manera de salir de perdedor y, por otro, organizar una especie de vasco-germana de fútbol reducido y forrarse.

Sea como fuere, la sobrepoblación de players dio lugar a un mini torneo triangular que hizo las delicias de los concurrentes. Cotejos a dos goles o 10 minutos en los cuales de persistir la igualdad se recurría a un efímera definición por penales con dos ejecuciones por bando, dieron el marco a una jornada de mucho fútbol, chicanas y risas. Juani, muy perdedor, cayó en dos de los tres partidos que disputó.

La nota singular de la entretenida noche deportiva de ayer en el querido reducto de la calle Las Heras fueron las reapariciones. Celebrable es la de Seba, que bajo el tinglado del Social muestra una versión macrobiótica en contrapunto con el canibalismo que practica con todo rival de San Fermín. El fútbol gana con su vuelta. Pero sin dudas todas las luces se depositan sobre la figura del Mariscal Tito. Azuzado en el final de la nota del pasado miércoles, el emperador de Burzaco recogió el guante y se reintegró a las justas futbolísticas de las que siempre, por un motivo u otro, es protagonista excluyente. Logró superar el miedo pánico al ridículo que lo tenía encadenado a la pata de la silla causándole ataques espasmódicos cada martes a las 20:00 y regaló sus virtudes, mañas y habladurías que se extrañaban demasiado. ¡Bienvenido otra vez, viejo!

Johnnie Walker

jueves, 25 de marzo de 2010

Peluca, esta vez sí

La víspera del feriado albergó un papi más concurrido de lo que habitual bajo el tinglado del Lomas Social. Una docena de players se hicieron presentes para conformar dos equipos de seis jugadores, con un relevo que se alternaba cada diez minutos y luego, una vez que ya todos había descansado al menos se una oportunidad, la rotación era cada cinco minutos.

De un lado, Txetxo, Peluca, Javi, Juanma, Lapa y Tete; del otro, Tuca, Pipa, Martín, Pato, Galgo y Emi. La victoria fue para los enumerados en primer término, que se impusieron por tres goles, reponiéndose a una desventaja de cinco goles cuando ya se había pasado cómodamente la mitad del encuentro.

El conjunto ganador cimentó buena parte de su triunfo fundamentalmente en nunca haber bajado los brazos. Peluca y Juanma fueron ejes de la remontada, con goles y el peligro que siempre generaron en el campo rival en el tramo final del encuentro. El gerente telefónico tuvo, esta vez sí, una actuación destacable, en la realidad y no esas fantasías que habitan en su frondosa imaginación. Fue factótum de la remontada de su equipo por empuje y gol, varias de gran factura.

Tete mostró un buen despliegue con su habitual trabajo silencioso, Lapa hizo su máximo aporte con un muy importante y lindo gol para poner a su equipo arriba y Javi, sin grandes desplazamientos, se paró atrás y procuró hacer su juego con tranquilidad.

La perla negra de los ganadores estuvo por el lado de Txetxo, discutiendo continuamente con sus compañeros desde el inicio del juego y protagonizando varias jugadas ridículas al lanzarse al ataque descontrolado y con movimientos despampanantes como un Scania con acoplado a fondo por una ruta engrasada. Pese a que tanto ir tuvo su premio con un gol destacable por un furibundo remate, su actuación tuvo pocos claros y varias sombras.

Por el lado de los derrotados, sin dudas su principal déficit estuvo en la marca, que no lograron ajustarla en todo el partido. Otro aspecto que dinamitó sus posibilidades del triunfo fue contar con tres habilidosos que no estaban en su mejor tarde; así, Pipa, Emi y Martín persistieron en la individual, tal cual es su estilo, pero claramente fueron más las que perdieron que las que ganaron; incluso el hombre que suele ataviarse con la casa del Liverpool inglés marcó un gol en contra indigno de su jerarquía.

Los tres puntos para los seis ganadores aprietan todavía más la tabla arriba y configuran un torneo emocionante, que cada vez gana más en condimentos y sigue esperando la primera victoria de Juani y la reaparición del cagón de Tito.

Johnnie Walker

Baldosa de oro: Peluca
Baldosa de mimbre: Txetxo
Baldosa asfaltada: Juanma
Baldosa redonda: Pato, por su gol de taco tras pared con Emi

miércoles, 17 de marzo de 2010

Juani, con mucho contagio

Están esos jugadores que con su sola presencia potencian a todo un equipo llevándolo a su máxima expresión. Delanteros con habilidad, desborde y generosidad que hicieron goleadores a hoscos centrodelanteros. Finísimos y tiempiestas número 2 que lograron disfrazar de avezados zagueros a matungos números 6. Se trata, sin dudas, de tipos iluminados que transmiten un magnetismo ganador que significa un plus decisivo. Todo lo contrario ocurre hoy con Juani. En realidad él también contagia, pero lo que emana es un derrotismo sin igual. Entonces, sus compañeros, antes de que comience a rodar la pelota, saben que la victoria se les hará demasiado cuesta arriba. Porque el mayor de los Ostolaza, pese a que se auto reivindica como el campeón defensor, es actualmente un yunque atado a una tabla de surf.

Esta vez quienes padecieron al oxidado portador del título fueron Tuca, Javi, Juanma y el Chino, que estuvo más en el piso que parado y se lastimó una mano de tanto besar las baldosas. Los cuatro se sintieron inseguros cuando vieron la conformación de los dos equipos; sabían que deberían bregar no sólo contra los rivales, sino con un compañero inestable emocionalmente a quien la imposibilidad de lograr un triunfo lo está desequilibrando peligrosamente.

El equipo vencedor estuvo compuesto por Martín, Peluca, Pata, Pipa y Galgo. Este quinteto generó muy buen juego, tuvo una cohesión grupal que marcó claras diferencias y así llegó a establecer una ventaja de siete goles. Metidos en el partido, estuvieron atentos a todos los rebotes y pelotas sueltas para sacarles jugo. Esa actitud estaba ausente en el equipo rival, al que no se le podía achacar tanto pasividad como sí distracción y mucha confusión.

Martín volvió a mostrar su habilidad y su poder de fuego para colocarse en lo más alto de la tabla de posiciones. Pipa, quien otra vez tuvo un gran despliegue, lo iguala en cantidad de puntos pero con un partido más. Peluca tal vez podría ser un animador principal de este torneo, pero sus recurrentes ausencias le restan posibilidades. Ni que hablar el Galgo, subcampeón la pasada temporada, y con puntaje ideal en este torneo, pero que también aparece por el Social con intermitencias.

Juani está fuerte. Se baca toda la tabla sobre él. Fortachón, los sostiene desde abajo de todo. No sabe si tiene vértigo o no; desconoce las alturas. El próximo martes intentará nuevamente partir el cero crónico y terminar con su mala racha. ¿Podrá?

Johnnie Walker

Baldosa de oro: Martín
Baldosa de mimbre: Juani
Baldosa asfaltada: Pipa
Baldosa redonda: Martín, por sus varios goles tras combinaciones colectivas.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Goleada histórica

La derrota de Argentina 6 a 1 frente a Bolivia, en La Paz, fue más digna que la realmente oprobiosa que se llevaron ayer Juani, Peluca, Juanma, Javi y Tete. Por primera vez desde que instauraron los ya clásicos partidos de los martes en el Lomas Social, la diferencia final fue de dos dígitos y expuso a las claras el abismo que dividió a los derrotados del conjunto que integraron Tuca, Pipa, Pato, Martín y Emi.

El partido comenzó y el marcador se inflamaba con cada ataque del equipo ganador. Arriba por 1, 2, 3, 4 y 5… 6, 7, 8… 9 y ¡10! Cuando la pelota ingresó por novena vez en el prostituto arco abierto de par en par, Juani recogió la bola y al llegar a la mitad de la cancha agachó la cabeza y con un hilo de voz consultó: “¿Empezamos de nuevo?”. Ante el silencio piadoso del lado de los vencedores -con alguna sonrisa picarona que se escapó-, sus compañeros enarbolaron la bandera de la dignidad pese a la impresionante catanga y pidieron que continuara la faena.

Fue Tete quien logró marcar el primero de los muy poquitos goles de los suyos. Previamente, en el inicio, habían tenido buenas oportunidades, pero Martín mostró sus credenciales de gran guardametas. A propósito, fueron varias las veces que los ganadores debieron cambiar de portero sin que este sea vulnerado; ni siquiera amenazado mínimamente.

Obviamente, cuando lograron marcar el primer gol por intermedio del gerente gastronómico el partido ya estaba liquidado hacía rato. De todos modos el tanto fue festejado como para exorcizar un conjuro que les impedía marcar. Por supuesto que no se trata de ninguna razón metafísica, sino que simplemente respondía a las limitaciones de un equipito muy pequeñito.

De un lado todo era carnaval, baile, malabarismo, festejo. Del otro también bailaban, pero el movimiento producía mareo, caras pálidas, rumbos perdidos. El habilidoso poderío de ataque con Tuca, Martín, Emi y Pipa era tremendo; incluso hasta Pato, limitaciones a cuestas, se animó a entrar en ese circuito de manejo fluido y toque permanente. A eso se agregó un muy buen sacrificio colectivo y la combinatoria fue muchísimo ante la nada adversaria.

Porque Peluca no lograba darse vuelta para encarar al arco y se lo comían, Juanma veía coartada su veloz potencia ofensiva por la buena marca rival, el sacrificio de Tete estaba ausente (al parecer su mente estaba en la próxima excusión al Centenario, de Montevideo), Juani sufrió la nulidad de sus fuerzas producto de una dieta estricta y el cansancio apareció por demás prematuro y Javi fue más una ausencia que un aporte.

Baile épico que quedará en el recuerdo, los tres puntos para los ganadores sirven también para darle buena emoción al torneo desde la paridad de un sustancioso apelotonamiento en las posiciones de vanguardia.

Johnnie Walker

Baldosa de oro: Tuca
Baldosa de mimbre: Javi
Baldosa asfaltada: Pipa
Baldosa redonda: Tuca, por su gol de emboquillada.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Juani es pura impotencia: pierde y pega

Hubo quienes aseguran que Pipa hasta pensó en hacer la denuncia en la comisaría por intento de homicidio. Le dijeron que era un exagerado y cedió a inculpar al agresor por lesiones. Pero finalmente desistió comprometer a su primo Juani con las autoridades pertinentes: “El un gordo boludo, encima de que pierde… pobre”. Durísimo.

Este cronista tuvo la oportunidad de dialogar con uno de los protagonistas, el golpeador, que pese a haber lanzado una patada artera y de corte ninja no asumió la culpa. En medio de su pésima racha perdedora sacó a relucir su chapa de campeón, la cual, inevitablemente, se oxida más cada martes. Por último, atendió muy fuerte a un compañero que hace rato no asoma por el Social. Imperdible.

Johnnie Walker: ¿Qué lo llevó a dar un golpe tan tremendo?
Juan Ignacio Ostolaza: No fue nada! Apenas lo toqué y saltó. Hizo teatro, fingió, como hace siempre. No hay de qué asombrase, siempre mariconea.
JW: ¿Está diciendo que simuló y que usted no lo golpeó?
JIO: Claro, es cagón, está en su esencia. De hecho él me bajó la plancha y quedé marcado, pasa que yo lo resuelvo con enjundia, no soy de su estilo llorón.
JW: ¿O sea que fue foul de Pipa?
JIO: Sí, y yo reaccioné, vos sabés, el tema de las pulsaciones…
JW: Se lo nota muy nervioso, ¿pensó en buscar ayuda de un profesional?
JIO: Hablé a la obra social, estoy buscando un psicólogo de cartilla.
JW: No pucheree, sea hombre.
JIO: Perdón, me quebré.
JW: El que casi se quiebra es Pipa con la patada que le dio.
JIO: Callate puto, sos tan cagón como él.
JW: Bueno, damos por concluida la entrevista con este exabrupto.
JIO: No, disculpame, sigamos. Estoy desequilibrado.
JW: ¿Su inestabilidad mental se debe a que no puede sumar, a no poder defender lo que hizo el año pasado?
JIO: No puedo ganar, no sé lo que me pasa. Bajé 8 kilos y tengo que ir al arco porque a los 10 minutos de partido me duelen las piernas. Me siento débil por haber perdido peso.
JW: Fabbiani decía lo mismo.
JIO: El Ogro es un ídolo. Juega el fútbol que le gusta a la gente y rompe la noche como nadie. Su dieta es a base de vedetongas. Yo creo que a esta altura ya se debe haber trincado hasta a Fort.
JW ¿Está pensando en dejar su lugar por algunos martes o incluso en el retiro definitivo?
JIO: De ninguna manera. Estoy pasando por un momento bajo, es normal después de ser el campeón. Pero estoy seguro que puedo revertir la situación, no te olvides: respeto al campeón.
JW: Dicen que el Mariscal Tito está mucho más entero que usted y que reaparecerá prontamente.
JIO: Tito es un charlatán y siempre lo ha sido. Es simple, hace 6 meses que no juega; no puedo hablar de alguien que no se presenta a jugar. Lo único que le gusta del fútbol de los martes es terminar y rajar a las duchas para verles la pija a los nadadores.

...

Al margen de esta circunstancia hubo un partido, en el cual Javi perdió el invicto, aunque no la punta. Jugó con Juani, claro. Pata, Juanma y Tete completaron el equipo que cayó ante el quinteto conformado por Pipa, Martín, Guindi, Emi y Tuca, estos últimos dos haciendo su presentación en la nueva temporada oficial.

Fue un encuentro sin equivalencias, en el cual la diferencia final de cuatro goles tranquilamente pudo haber sido mucho mayor. Fue baile. Pipa tuvo una actuación impecable, colaborando en la marca y muy punzante arriba. Siempre vertical, con habilidad y potencia buscó continuamente el arco adversario y encontró, una vez más, en Martín al socio ideal. Tuca y Emi, otros dos valuartes de la pelota adornada generaron un equipo en el cual hasta Guindi, rústico por naturaleza, entró sin complejos en un juego fluido de paredes y toques cortos que terminó varias veces en goles de alta gama. De todas maneras, el crédito de Fonrouge se quedó siempre a cuidar la retaguardia, dejando la otra mitad de la cancha sus habilidosos compañeros.

La superioridad fue integral, porque no sólo pasaban como fechas en el ataque, sino que establecieron un sólido y solidario esquema defensivo que le permitió contener a unos adversarios que, dicho sea, atacaron con una flaqueza extrema. Pero el hecho más reprochable para los vencidos fue la desidia con la cual iniciaron el match. Otorgar esa ventaja ante rivales rápidos y peligrosos les costó el partido, porque la desventaja ante la que se encontraron de pronto se hizo indescontable. Pata estuvo por demás impreciso, Juanma con velocidad descontrolada, Javi estancando, Tete estaba fumado y Juani fantasmagórico, corporizándose sólo se corporizó para hachar. En fin, para el olvido. Una mala actuación la tiene cualquiera.

Juani sigue perdiendo y ahora le agregó un costado golpeador. Javi tropezó pero se mantiene en la punta y Guindi, con dos jugados y dos ganados, no se ruboriza ni acompleja al postularse como candidato al título. Hay una tendencia, aunque todo puede variar en un par de semanas.

Baldosa de oro: Pipa
Baldosa de mimbre: Juani
Baldosa asfaltada: Guindi
Baldosa redonda: Tuca, por su gran remate arriba tras la pared con Pipa.

Johnnie Walker