La lesión sufrida la pasada semana en el dedo gordo de su pie derecho presagiaba un escenario de temer para Juani. Mientras que sus derrotas se acumulaban, las victorias del Galgo acortaban distancia a paso firme y el quedar excluido del encuentro de ayer por su dolencia lo ponían en jaque. Pero desde afuera vio como el quinteto que defendía su posición se impuso con claridad al equipo del burzaquense para dejar a salvaguarda su liderazgo. La caída del campero hizo que el natural de Llavallol se mantenga en lo más alto de la tabla, con seis puntos de ventaja cuando quedan 12 en juego.
Los ganadores alinearon a Pata, Matu, Juanma, Pato y Txetxo, mientras que los derrotados fueron Galgo, Guindi, Tete, Leo y el Turco. Fueron éstos últimos los que comenzaron mejor y en ventaja, con buen ritmo y contundencia en el arco rival establecieron una diferencia que llegó a ser de tres goles. Enfrente no había poder de fuego y las marcas se perdían con facilidad. Pero entonces ocurrió algo místico. Cuando así estaban las cosas, Juani llegó a la cancha y se sentó en los bancos laterales junto a Martinho, quien observaba las instancias del encuentro desde el inicio. Su llegada y el remonte se dieron la mano. Sin indicaciones, sólo con algún esporádico aliento a los suyos, la presencia del líder coincidió con la levantada del team que sería ganador.
La potencia de Juanma comenzó a hacer estragos y se hizo imparable para la blanda defensa adversaria. Matu se trasformó en un luchador vital en la recuperación de la pelota y estableció un tandem con Pata que generó ataques profundos y buen manejo en el medio. Pese a que Juanma fue la figura, el jugador más desequilibrante del partido, el Patón y Matu tuvieron una tremenda importancia en la mixtura de juego y marca. Txtetxo, en una versión que parece presentarlo algo menos ancho, priorizó la defensa; ahí, abajo, trabajó con puño de hierro, mientras que en ataque se permitió algunas licencias y otras barbaridades. Pato estuvo bien como arquero; en cancha intentó frenar los ataques adversarios alternando éxito y fracaso, pero se dio el gusto de anotar un par de goles importantes para la victoria final, que terminó siendo cómoda, con 5 tantos de ventaja.
Por el lado de los perdedores, sufrieron mucho la falta de marca; Leo y el Turco se preocuparon muy poco por tapar a los rivales y eso fue mucha ventaja. El Galgo estuvo desconocido y gravitó muy poco en el juego; ni siquiera tuvo el despliegue que le es característico. Tete y Guindi procuraron tener su entrega habitual –sobre todo el primero, más aguerrido-, pero nunca entraron en juego. Se trató de un equipo que funcionó sólo en el primer cuarto de hora, pero que se cayo y prácticamente no tuvo capacidad de recuperación, a excepción de una igualdades esporádicas; porque nunca, desde aquel inicio, volvieron a estar arriba en el marcador, y mucho menos en el trámite de las acciones. Los desacoples terminaron en reproches entre el havannero y Leo, quien jamás tiene razón.
Juani refuerza su camino al título, pero el Galgo no se da por vencido y las cuatro fechas que restan determinarán si el puntero aguanta o si hay batacazo.
Johnnie Walker
La vuelta de Cabernet proclama:
Juanma: la velocidad y gambeta con cambio de pierna del recientemente desposado lo hicieron la figura de la cancha. Varios goles, un de gran valía desde el suelo elevaron su cotización. Por momento demasiado individualista, de todos modos fue el mejor.
Matu: el pendenciero morocho no acudió a las artimañas y realizó un buen partido. Muy firme en la marca hizo daño también en ataque. Satisfactorio.
Pata: el novel judicial aportó presencia. Con buen ida y vuelta realizó un sustancioso aporte para que su hermano mayor siga arriba.
Pato: con un despliegue físico muy limitado, colaboró en la marca y estuvo bien como portero. Raro en él convirtió un par de goles.
Txetxo: intentó tomar un rol de capitán que no le cabe, con constantes indicaciones para sus compañeros. Se destaca su lucha y pero estuvo con la pelota. De todas maneras fue una pieza útil para su equipo.
Galgo: fuera de partido, lo mató presión. Lo mejor que hizo fue aguantar la pelota de espaldas, pero no gravitó en ataque y fue poco lo que hizo en defensa. Quedó en deuda.
Turco: como cada vez que vino. Buen arranque, con algún buen gol y gambeta endiablada. Pero su autonomía es cortísima. En la marca, como siempre, ni sombra.
Leo: en su rutina habitual de discutir con rivales y compañeros sólo le aportó confusión a su equipo. Muy poco.
Tete: probablemente el más batallador de los suyos, pero su aporte en ataque fue muy bajo. Recién vuelto de las vacaciones, se notó que en el descanso le comieron piernas.
Guindi: Descordinator nunca entró en partido y no fue el guerrero que suele ser. Navegó a la deriva en un equipo que nunca encontró el rumbo. Leo lo sacó.
Los ganadores alinearon a Pata, Matu, Juanma, Pato y Txetxo, mientras que los derrotados fueron Galgo, Guindi, Tete, Leo y el Turco. Fueron éstos últimos los que comenzaron mejor y en ventaja, con buen ritmo y contundencia en el arco rival establecieron una diferencia que llegó a ser de tres goles. Enfrente no había poder de fuego y las marcas se perdían con facilidad. Pero entonces ocurrió algo místico. Cuando así estaban las cosas, Juani llegó a la cancha y se sentó en los bancos laterales junto a Martinho, quien observaba las instancias del encuentro desde el inicio. Su llegada y el remonte se dieron la mano. Sin indicaciones, sólo con algún esporádico aliento a los suyos, la presencia del líder coincidió con la levantada del team que sería ganador.
La potencia de Juanma comenzó a hacer estragos y se hizo imparable para la blanda defensa adversaria. Matu se trasformó en un luchador vital en la recuperación de la pelota y estableció un tandem con Pata que generó ataques profundos y buen manejo en el medio. Pese a que Juanma fue la figura, el jugador más desequilibrante del partido, el Patón y Matu tuvieron una tremenda importancia en la mixtura de juego y marca. Txtetxo, en una versión que parece presentarlo algo menos ancho, priorizó la defensa; ahí, abajo, trabajó con puño de hierro, mientras que en ataque se permitió algunas licencias y otras barbaridades. Pato estuvo bien como arquero; en cancha intentó frenar los ataques adversarios alternando éxito y fracaso, pero se dio el gusto de anotar un par de goles importantes para la victoria final, que terminó siendo cómoda, con 5 tantos de ventaja.
Por el lado de los perdedores, sufrieron mucho la falta de marca; Leo y el Turco se preocuparon muy poco por tapar a los rivales y eso fue mucha ventaja. El Galgo estuvo desconocido y gravitó muy poco en el juego; ni siquiera tuvo el despliegue que le es característico. Tete y Guindi procuraron tener su entrega habitual –sobre todo el primero, más aguerrido-, pero nunca entraron en juego. Se trató de un equipo que funcionó sólo en el primer cuarto de hora, pero que se cayo y prácticamente no tuvo capacidad de recuperación, a excepción de una igualdades esporádicas; porque nunca, desde aquel inicio, volvieron a estar arriba en el marcador, y mucho menos en el trámite de las acciones. Los desacoples terminaron en reproches entre el havannero y Leo, quien jamás tiene razón.
Juani refuerza su camino al título, pero el Galgo no se da por vencido y las cuatro fechas que restan determinarán si el puntero aguanta o si hay batacazo.
Johnnie Walker
La vuelta de Cabernet proclama:
Juanma: la velocidad y gambeta con cambio de pierna del recientemente desposado lo hicieron la figura de la cancha. Varios goles, un de gran valía desde el suelo elevaron su cotización. Por momento demasiado individualista, de todos modos fue el mejor.
Matu: el pendenciero morocho no acudió a las artimañas y realizó un buen partido. Muy firme en la marca hizo daño también en ataque. Satisfactorio.
Pata: el novel judicial aportó presencia. Con buen ida y vuelta realizó un sustancioso aporte para que su hermano mayor siga arriba.
Pato: con un despliegue físico muy limitado, colaboró en la marca y estuvo bien como portero. Raro en él convirtió un par de goles.
Txetxo: intentó tomar un rol de capitán que no le cabe, con constantes indicaciones para sus compañeros. Se destaca su lucha y pero estuvo con la pelota. De todas maneras fue una pieza útil para su equipo.
Galgo: fuera de partido, lo mató presión. Lo mejor que hizo fue aguantar la pelota de espaldas, pero no gravitó en ataque y fue poco lo que hizo en defensa. Quedó en deuda.
Turco: como cada vez que vino. Buen arranque, con algún buen gol y gambeta endiablada. Pero su autonomía es cortísima. En la marca, como siempre, ni sombra.
Leo: en su rutina habitual de discutir con rivales y compañeros sólo le aportó confusión a su equipo. Muy poco.
Tete: probablemente el más batallador de los suyos, pero su aporte en ataque fue muy bajo. Recién vuelto de las vacaciones, se notó que en el descanso le comieron piernas.
Guindi: Descordinator nunca entró en partido y no fue el guerrero que suele ser. Navegó a la deriva en un equipo que nunca encontró el rumbo. Leo lo sacó.
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