miércoles, 30 de diciembre de 2009

Se fue el último del año

Pese a que estaba previsto que el último papi de 2009 tuviese una concurrencia excedida en la habitualidad de los 10 players de cada martes, fueron varios los que se bajaron a sabiendas de que sobraba gente. Habrán pensado “no hace falta mi presencia”, entonces la concurrencia alcanzó justo para conformar dos equipos. De un lado se alinearon Migue, Matu Formisano, Guindi, Emi de León y Batata y del otro estuvo en “Equipo J”: Juani, Jito, Javi, Julian y Txetxo (el raro del team).

Es menester elevar la figura del campeón, que se celebró el título volviendo a la victoria, para la cual aportó toques de calidad y completó un gran partido. Del lado de los perdedores la nota la dio Guindi. Los litros de birra arrogados dentro de su cuerpo por sus pequeñas manesitas durante el festivo mes de diciembre le hicieron pasar una mala jornada deportiva.

Párrafo aparte para Jito, quien volvió tras un traumático período organizativo prenupcial y pudo ganar. Es obvio que siempre le pesó jugar por los puntos y la espera de cambio de estado civil, por eso terminó último cómodo. Ya sin ambas presiones se anotó un triunfo; amistoso, claro.

El segundo martes de febrero se dará inicio a la nueva temporada puntuable con formato de dos torneos, aunque por supuesto la idea es patear cada martes. De esta manera, salvo una noticia excepcional que lo amerite, el blog retomará sus publicaciones tras el primer partido por los puntos.

Feliz fin de año para todos y buen inicio del próximo.

Johnnie Walker

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Salud, campeón

Finalmente, como era sabido, Juani se coronó campeón del año. El merecimiento es inobjetable, ya que una vez que agarró la punta, hace varios meses, no la largó más y por eso es quien festeja. Sin quitarle legitimidad a su título, es una pena que la definición del torneo se haya dado con suspensiones y ausencias alternadas de los dos principales candidatos al título. Rubricar el campeonato con la suspensión de un partido no es el cierre que merecía el vencedor ni el torneo. Pero a seguir mamando, Juani es campeón.

Es cierto que el factótum de estos fútbol de los martes ganó su último partido allá por el 14 de octubre, pero si se mira toda la película, aquella que se inició en febrero, se verán con claridad los méritos de quien, justamente por eso, pudo permitirse más de dos meses sin victorias y de todas maneras celebrar el campeonato con absoluta tranquilidad.

Los 47 puntos sumados en 26 presencias arrojan una efectividad del 60,2 por ciento, una cosecha más que respetable. Su juego conservador y prolijo es lo primero que surge al volver la mirada hacia sus prestaciones bajo el tinglado del reducto de Las Heras. Salida clara desde el fondo, grandes actuaciones como guardametas y un puñado de goles decisivos fueron sus facetas más destacadas. Hoy no hay lugar para aquellos desconfiados que siempre creyeron se armaba para él los mejores equipos.

Resuelto el campeón del año, damos por finalizado el torneo y reservamos el martes próximo para una convocatoria concurrida, en la que, eventualmente, puedan armarse más de dos equipos y, luego, despedir el año con una cena de camaradería, como bien propuso el Sr. Formisano. De esta manera, detrás de Juani, el Galgo se queda con el subcampeonato y Pato con el tercer lugar en el podio. Los diez primeros lugares se completan con Pata, Tuca, Juanma, Migue, Peluca, Guindi y Seba.

Entre esta destacada decena merece una mención especial Guindi por su alta eficacia. El havannero especialista en cortados bien espumosos sumó casi el 70 por ciento de los puntos que disputó. El contrapunto fue Pato, que pese a terminar tercero tuvo una efectividad de apenas el 41,9 %; su merito, si lo hay, pasa por ser el que más presencias tuvo en el año.

Felicitaciones al dueño del futbolero 2009 sobre las baldosas del Lomas Social.

Johnnie Walker

miércoles, 16 de diciembre de 2009

El Galgo tiró la toalla

Por motivos desconocidos, el campero no dio el presente ayer en el Lomas Social y de esta manera dejó pasar una valiosísima oportunidad de acercarse al título. Casi se despidió de esa posibilidad. Sin Juani en cancha, si el Galgo hubiese estado presente y se quedaba con la victoria habría quedado a sólo tres puntos del mayor de los Ostolaza, pero con la ventaja de tener menos partidos disputados. Esa posibilidad de quedar en una posición más que expectante se esfumó con su inasistencia. Ahora, para ser campeón deberá ganar las dos fechas que le quedan al año. Claro que no es imposible, pero sí muy difícil.

Al margen de esta disputa por el título con ambos protagonistas ausentes, hubo un partido. El equipo integrado por Peluca, el Chino, Pata, Seba y Pato se impuso con holgura a sus contrincantes Juanma, Tete, Txetxo, Leo y Leo Bis. Los vencedores contaban, contrapuestamente, con una dupla de enanos y otra de lungos. Fueron los parientes de los pigmeos quienes más se destacaron; tanto Peluca como el Chino –que volvió después de mucho tiempo y fue otra vez triunfador- fueron destacadas piezas del team que festejó al final. Ambos tuvieron gol y movilidad, convirtiéndose siempre en un peligro latente o concreto para el esquema defensivo adversario; el Chino tuvo, además, una notable participación como portero y Peluca cerró el match con un precioso tanto de empalada a diez metros del arco.

El tandem de altos también fue productivo. Armador del juego desde el fondo y lanzándose al ataque con criterio, Seba se erigió como el equilibrio táctico del equipo, mientras que Pata desde el medio aportó marca y buen traslado para recuperar y poner a los suyos en posición de ataque, sin dejar de castigar con su potente disparo característico. El único desentonado fue Pato, quien había amenazado con una actuación auspiciosa tras un primer cuarto de hora de buen apego a la marca y desprenderse rápido de la pelota, pero luego fue chupado por un agujero negro futbolístico que lo taró.

Por el lado de los derrotados, Juanma fue, como siempre, un prodigio de velocidad, habilidad y potencia, pero su impericia en la definición le restaron posibilidades a su equipo. Sus fallas de cara al arco rival, no fueron, ni de cerca, lo peor de los suyos frente a los tres caños adversarios: Txetxo y Leo erraron goles imposibles. El quinteto se completó con el racinguista Leo Bis, que buscó prosperar con pisadas al por mayor y Tete que hizo lo propio en el contrapunto de la entrega y el empuje con garra.

El próximo martes se disputará la anteúltima fecha de este torneo anual (N. de R.: Un adelanto: el año próximo habrá Apertura y Clausura y no ya torneo largo), si el Galgo se hace presente y se queda con los tres puntos nos regalará para la última fecha una final a todo o nada; 60 minutos para definir la gloria de los méritos hechos durante 2009 sobre las baldosas y bajo el tinglado del Lomas Social.

Johnnie Walker.

Cabernet analiza en su columna el desempeño de cada uno de los players.

Peluca: esta vez sí merece valoración elevada la actuación del ex temible goleador. Potencia en ofensiva y buen desmarque lo hicieron lucir.
Chino: buena actuación del otrora blondo y actualmente entrecano hombre minimalista de origen británico. Por momentos ahogado, luchó en virtud de equipo y se destacó.
Pata: el novel judicial realizó un trabajo de perfil bajo pero valorable. Útil para su team.
Seba: sólo provocador en breves pasajes, ordenó a su equipo y optó por la segura siempre. Aprobado.
Pato: Tétrico. Erró pases increíbles y sólo convirtió un gol: en contra. Festejó el campeonato de su equipo después de más de un siglo de espera insultando al fútbol.

Juanma: principal valor de su equipo, estuvo errático en la definición y eso bajó su nota. De todos modos fue lo más destacado de los suyos.
Tete: esforzado, no encontró eco en sus compañeros a la hora de la marca, su aporte en ofensiva fue mínimo.
Txetxo: Goles errados debajo del arco y cambios de frente a la pared lo ridiculizaron, aunque también alternó buenas y un tanto destacado cuando Pato era guardametas.
Leo: también falló con el arco vacío. En ataque alternó buenas y malas y su punto más flojo estuvo en la marca, con un aporte prácticamente nulo.
Leo Bis: debutante sobre el final del año, llegó a las baldosas del Social con pisadas que no tuvieron gran prosperidad. Más ganas que concreción.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

¿Todo resuelto?

El feriado por el día de la Virgen (¿queda alguna señorita argentina mayor de 15 años en esa condición a lo largo y ancho del territorio nacional?) trajo gratas novedades para el líder del campeonato a muy poco del desenlace. Las instalaciones del Club Lomas Social permanecieron cerradas y no pudo disputarse una nueva fecha, lo que claramente significó un beneficio para Juani.

Como no fueron pocos los que recordaron que en circunstancias muy similares (feriado del 24 de marzo) el club fue abierto exclusivamente para la realización de estos importantes partidos de cada martes, las sospechas entorno a que el padre de Iker movió sus influencias para que las rejas del portón de la calle Las Heras permanezcan con llave y candado se hicieron oír. De los últimos cuatro miércoles; algo huele mal.

Juani lleva 8 martes si ganar, su último triunfo fue el 14 de octubre; pero el hombre sigue en la punta y a un paso, un pasito de enano, del título.

Lo cierto es que con 9 puntos en juego, Juani mantiene una decisiva ventaja de 6 unidades. Pese a que el Galgo promete no bajar los brazos y seguir dando lucha, está todo dado para que el mayor de los hermanos Ostolaza dé la vuelta olímpica.

Johnnie Walker

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Puntero sin transpirar

La lesión sufrida la pasada semana en el dedo gordo de su pie derecho presagiaba un escenario de temer para Juani. Mientras que sus derrotas se acumulaban, las victorias del Galgo acortaban distancia a paso firme y el quedar excluido del encuentro de ayer por su dolencia lo ponían en jaque. Pero desde afuera vio como el quinteto que defendía su posición se impuso con claridad al equipo del burzaquense para dejar a salvaguarda su liderazgo. La caída del campero hizo que el natural de Llavallol se mantenga en lo más alto de la tabla, con seis puntos de ventaja cuando quedan 12 en juego.

Los ganadores alinearon a Pata, Matu, Juanma, Pato y Txetxo, mientras que los derrotados fueron Galgo, Guindi, Tete, Leo y el Turco. Fueron éstos últimos los que comenzaron mejor y en ventaja, con buen ritmo y contundencia en el arco rival establecieron una diferencia que llegó a ser de tres goles. Enfrente no había poder de fuego y las marcas se perdían con facilidad. Pero entonces ocurrió algo místico. Cuando así estaban las cosas, Juani llegó a la cancha y se sentó en los bancos laterales junto a Martinho, quien observaba las instancias del encuentro desde el inicio. Su llegada y el remonte se dieron la mano. Sin indicaciones, sólo con algún esporádico aliento a los suyos, la presencia del líder coincidió con la levantada del team que sería ganador.

La potencia de Juanma comenzó a hacer estragos y se hizo imparable para la blanda defensa adversaria. Matu se trasformó en un luchador vital en la recuperación de la pelota y estableció un tandem con Pata que generó ataques profundos y buen manejo en el medio. Pese a que Juanma fue la figura, el jugador más desequilibrante del partido, el Patón y Matu tuvieron una tremenda importancia en la mixtura de juego y marca. Txtetxo, en una versión que parece presentarlo algo menos ancho, priorizó la defensa; ahí, abajo, trabajó con puño de hierro, mientras que en ataque se permitió algunas licencias y otras barbaridades. Pato estuvo bien como arquero; en cancha intentó frenar los ataques adversarios alternando éxito y fracaso, pero se dio el gusto de anotar un par de goles importantes para la victoria final, que terminó siendo cómoda, con 5 tantos de ventaja.

Por el lado de los perdedores, sufrieron mucho la falta de marca; Leo y el Turco se preocuparon muy poco por tapar a los rivales y eso fue mucha ventaja. El Galgo estuvo desconocido y gravitó muy poco en el juego; ni siquiera tuvo el despliegue que le es característico. Tete y Guindi procuraron tener su entrega habitual –sobre todo el primero, más aguerrido-, pero nunca entraron en juego. Se trató de un equipo que funcionó sólo en el primer cuarto de hora, pero que se cayo y prácticamente no tuvo capacidad de recuperación, a excepción de una igualdades esporádicas; porque nunca, desde aquel inicio, volvieron a estar arriba en el marcador, y mucho menos en el trámite de las acciones. Los desacoples terminaron en reproches entre el havannero y Leo, quien jamás tiene razón.

Juani refuerza su camino al título, pero el Galgo no se da por vencido y las cuatro fechas que restan determinarán si el puntero aguanta o si hay batacazo.

Johnnie Walker

La vuelta de Cabernet proclama:

Juanma: la velocidad y gambeta con cambio de pierna del recientemente desposado lo hicieron la figura de la cancha. Varios goles, un de gran valía desde el suelo elevaron su cotización. Por momento demasiado individualista, de todos modos fue el mejor.
Matu: el pendenciero morocho no acudió a las artimañas y realizó un buen partido. Muy firme en la marca hizo daño también en ataque. Satisfactorio.
Pata: el novel judicial aportó presencia. Con buen ida y vuelta realizó un sustancioso aporte para que su hermano mayor siga arriba.
Pato: con un despliegue físico muy limitado, colaboró en la marca y estuvo bien como portero. Raro en él convirtió un par de goles.
Txetxo: intentó tomar un rol de capitán que no le cabe, con constantes indicaciones para sus compañeros. Se destaca su lucha y pero estuvo con la pelota. De todas maneras fue una pieza útil para su equipo.

Galgo: fuera de partido, lo mató presión. Lo mejor que hizo fue aguantar la pelota de espaldas, pero no gravitó en ataque y fue poco lo que hizo en defensa. Quedó en deuda.
Turco: como cada vez que vino. Buen arranque, con algún buen gol y gambeta endiablada. Pero su autonomía es cortísima. En la marca, como siempre, ni sombra.
Leo: en su rutina habitual de discutir con rivales y compañeros sólo le aportó confusión a su equipo. Muy poco.
Tete: probablemente el más batallador de los suyos, pero su aporte en ataque fue muy bajo. Recién vuelto de las vacaciones, se notó que en el descanso le comieron piernas.
Guindi: Descordinator nunca entró en partido y no fue el guerrero que suele ser. Navegó a la deriva en un equipo que nunca encontró el rumbo. Leo lo sacó.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Otra caída del líder y el campero sigue subiendo

Cereales y oleaginosas oscilan en sus cotizaciones nacionales e internacionales, pero las acciones del Galgo en la Bolsa de Las Heras cobran cada semana más valor. Y para que el negocio sea redondo los papeles de su competidor acumulan una marcada caída en las últimas semanas. Entonces, figuras al margen, en este mano a mano apasionante que define el campeonato iniciado allá por febrero, el Galgo se acercó todavía más a Juani, con lo cual se vislumbran tremendos encuentros para el último mes del año, en el cual se conocerá al campeón.

El partido comenzó ventajoso en el trámite y el resultado para el conjunto que el mayor de los Ostolaza, integró juanto al menor de sus hermanos, Juanma, Txetxo y Pato. Atentos en la marca y contundentes en ataque llegaron a tener una ventaja de cuatro goles sobre el elenco que el Galgo conformó con Tuca, Javi, Leo y Julián. La velocidad del recientemente desposado, el buen manejo de Migue y el inicio prolijo de la jugada desde el fondo Juani eran los buenos argumentos del team en el cual Pato y Txetxo aportaban hacha y tiza, aunque este último tuvo satisfactorias incursiones en campo adversario.

Con Juani en el arco se dio una circunstancia que alteraría el trámite del partido y condicionaría gravemente la situación de su equipo. Al intentar una finta en la mitad de la cancha sufrió un golpe en el dedo gordo de su pie derecho que le impidió, hasta el final del partido, no sólo patear sino incluso pisar y trasladarse con normalidad.

Los rivales supieron aprovechar esa ventaja y una marcada caída en el juego general de sus adversarios y revirtieron el marcador. El abanderado fue Tuca, siempre inteligente y vertical, y encontró en el Galgo al socio ideal. Templado, el hombre de las llanuras pampeanas sabía que se jugaba una carta muy importante. Y no falló.

Con el partido en su favor, Javi cuidó la pelota sin ningún apuro y aceleró sólo cuando era necesario. Julián aportó mucha velocidad del medio hacia adelante y Leo también hizo su aporte sustancial, primero desde el arco y después en posición de ataque; es de destacar, por excepcional, que esta vez su conducta fue buena y no incurrió más que en un par de triquiñuelas.
Los ganadores terminaron juego con sus adversarios y no contra ellos. Exhaustos y con el ánimo por debajo de las medias por un marcador irreversibles, los últimos minutos sirvieron par que se floreen los ganadores.

Con cinco fechas por disputarse, Juani vio reducida mucho su ventaja y el Galgo está a seis puntos, muy al asecho. Aunque damos por sentado que el padre de Iker no cometerá la tremenda gallineada de caerse estrepitosamente después de llevar una holgadísima ventaja. Seguramente no sucederá, con lo cual que siga enfriando el champagne del descorche victorioso.

Johnnie Walker

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Suspensión y ventaja para el puntero

Ayer no hubo partido bajo el tinglado del reducto de calle Las Heras. Diversos problemas personales originaron el inconveniente general de no poder reunir diez contendientes que en bandos de cinco cada uno se enfrenten sobre las rápidas baldosas del Lomas Social.

Si bien este cronista cree que no puede atribuírsele una actitud premeditada al líder de la tabla y organizador de estos encuentros, debe señalarse que la suspensión del partido juega en su favor. Tal vez cuanto vio que sólo tenía seis jugadores a disposición pensó: “Para qué me voy a mantar buscando más jugadores? Mejor ceno temprano y mantengo la diferencia con la panza llena y estoy más cerca del título a fin de año”.

No fueron pocos los habituales participantes en estos encuentros que siguieron la misma línea de pensamiento y de alguna manera la hicieron llegar a oídos de quien escribe.

Que el Sr. Juan Ignacio Ostolaza haya incurrido en una triquinuela de este calibre hablaría muy mal de él, justamente un admirador del fulbito de Ángel Cappa. Tal vez como el bigotudo se trate sólo de una fachada y una linda retórica que ocultan oscuras artimañas. Tal vez los dos tengan el mismo delirio de trascendencia; el actual futuro ex DT del Globo aseguró hoy que el Huracán del torneo pasado “quedó en la historia del fútbol argentino” y Juani a lo mejor piense que él es el mejor jugador de papi fútbol de la zona sur.

Lo cierto es que si no colaboró con ella, la suspensión le cayó como anillo al dedo al puntero del campeonato y ha dado un paso más, aunque sin que la pelota gire, en su seguro camino al título.

Johnnie Walker

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Gol de oro y pecho de hielo

Hubo ventaja de cuatro goles cuando poco quedaba, pero en pocos minutos la chapa marcaba igualdad. Sin embargo, el empate pareció no hacer mella en el quinteto que integraban Peluca, Juani, Tete, Tuca y Txetxo, porque otro vez resurgieron y abrocharon tres goles que, esta vez sí, parecían liquidar el pleito. Pero no. El team compuesto por Lapa, Galgo, Pato, Emi y Batata volvió a poner tablas. En eso estaban las cosas cuando la tensión llegó a su punto máximo ya que le pelado llegó a poner fin a las acciones. Se apeló, entonces, al gol de oro. Los muchachos de Juani se replegaron, mientras que los del Galgo arriesgaron a todo o nada yéndolo a buscar. Y tuvieron su premio máximo cuando un potente y rasante remate de Emi ingresó casi por el medio del arco.

Se trató de un muy buen encuentro, por nivel, cantidad de goles y las emociones de un marcador que cambio drásticamente de manos varias veces. Antes del mencionado desenlace, el inicio del partido había sido con una cómoda ventaja para quienes terminaron imponiéndose, pero después quedaron en desventaja y debieron remontar dos veces el marcador para ganar con un gol agónico.

Destacadas actuaciones en los ganadores tuvieron el campero oriundo de Burzaco –que se jugaba un partido clave-, quien anotó un tremendo gol de cabeza, y Lapa, que esta vez no abusó de los pelotazos largos y jugó con buena dinámica y verticalidad.

El futuro campeón, autor de un gran gol de emboquillada, perdió ante su escolta, que se le acercó un poco más. Se fue caliente. “Ese Peluca cada día juega peor y quiere definir de taco… Fui al arco y los puse 4 arriba, salgo al medio y se dejan hacer los goles”, despotricó para finalizar con una injustificada paranoia: “Siento que hay una mano negra”. De todas maneras, con la campaña hecha hasta el momento y una ventaja de 9 puntos con siete fechas para finalizar el torneo es imposible se le escape lo que ya tiene ganado, ¿no?

Johnnie Walker

En su columna habitual, Cabernet Sauvignon nos deja unas líneas de cada protagonista:

Lapa: esta vez el chico bien de country tuvo una destacable actuación, con sentido colectivo y sin caer en antiguos errores. Destacado.
Emi: su habilidad fue siempre difícil de controlar para los. Vale destacar que en este encuentro no arriesgó demás en lugares inapropiados de la cancha.
Galgo: buen partido del hombre del silo-bolsa. Despliegue y sacrificio para consolidarse. Con más gol, tal vez hubiese sido la clara figura de la cancha.
Pato: una vez más el más flojo del equipo ganador. Demacrado físicamente no pesó en ataque (obvio) y estuvo flojo en la marca.
Batata: buen inicio de partido, desaparición durante el nudo del mismo, pero una actuación destacada en el epílogo para la remontada final.

Juani: el cadáver futbolístico volvió a ser un muerto vivo, ya que en la malaria de los suyos buscó aportar manejo. Gran gol de por encima de Pato.
Peluca: Olvidable. Le dio a las piernas ordenes que antes podían ejecuta pero ya no; el tiempo pasa. Canchereó cuando estaban en ventaja y el precio fue muy caro.
Tete: mucho sacrificio. Corrió y marcó pero se comió un gol terrible que puedo haber definido el pleito.
Tuca: buena movilidad, utilizó su chutazo a discreción pero se esfumó cuando las papas quemaban.
Txetxe: autor de dos goles que pudieron ser muy importantes si sus compañeros lo hubiesen ayudado. Como siempre dedicó un tiempo al arbitraje.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Cachetazo

De un lado, Javi, Tete, Galgo, Lapa y el Enano Baleani; del otro, Tuca, Migue, Guindi, Pato y el Turco. ¿Alguien podía prever que la diferencia final en el marcador hubiese sido de dos cifras si no fuera por el fraudulento conteo de los perdedores? Pero el fútbol es así, muchas veces imprevisible y fuera de la lógica. El quinteto desglosado en primer término fue le que se quedó con la cómoda victoria, a partir de no haber encontrado oposición y aprovechar la múltiples ventajas que le daba un pseudo-equipo rival, sin marca ni gol.

En el team que se impuso hubo un rendimiento sumamente parejo de cada uno de sus integrantes. Tal vez el mayor destaque lo tuvo el Galgo, siempre con mucho despliegue y esta vez con una cuota de goleo mayor a la habitual. Lapa pasó gran parte del partido en el arco, con buenas tapas y el pelotazo largo casi como exclusiva vía de salida; fuera del arco prosperó con habilidad. El Enano, ubicado como el jugador más adelantado de los suyos, perdió y ganó cuando intentó la individual, peor terminó siendo siempre un dolor de cabeza para los adversarios. Javi tuvo un manejo fino, sin arriesgar y preservando un trámite muy favorable. Tete hizo larga la cancha para colaborar en ataque y en defensa, con el mismo ímpetu en el inicio que cuando todo estaba absolutamente resuelto.

Por el lado de los perdedores, todos muy flojos, aunque ninguno tanto como el Turco: juega con la misma disciplina táctica que chicos de infantiles, aunque sin marcar y con menos entrega.

A miles de kilómetros de distancia y en cálidas tierras (trabaja en un laboratorio y está en Colombia, saquen sus conclusiones...), el puntero sólo sintió un pequeño cosquilleo al reducirse un tanto su comodísima ventaja que lo hará ser campeón antes de la última fecha, a disputarse el martes 29 de diciembre.

Johnnie Walker


Cabernet prepara, apunta y fusila:

Galgo: pese a varias jugadas ridículas, lo patético del nivel adversario le permitió destacarse. Aprobado.
Javi: el empedernido pitador también se benefició de la esterilidad rival y apenas al trotecito –su ritmo característico- puedo hacer su juego.
Lapa: no paró de tirar pelotazos desde el arco. ¡Qué mal que le hace eso al papi, por favor!. Mintió fouls y la pisó golosamente cuando salió del arco y sólo quedan las ruinas de un rival siempre indigno.
Tete: perro de presa, no encontró su lugar porque los del otro lado se marcan solos. Igual, buen despliegue.
Enano: como todo petiso estuvo morfón, aunque su repentización y fácil escurrimiento lo transformó en un karma para los cinco mareados.

Iñaki: Descordinator volvió a hacer de las suyas. Duro y áspero, casi todo el partido en primera, segunda y marcha atrás. Olvidable.
Migue: Impreciso, fastidioso y de juego estéril. Se fue caliente, algo valorable, ya que fue una prueba, hasta entonces dudosa, de que corre sangre por sus venas.
Turco: por lejos, el peor de todos en un equipo malísimo. Desconoce el ABC del papi y es terriblemente pecho frío.
Pato: lo salvó haber compartido equipo con el anteriormente mencionado para no ser lo más flojo de la cancha. Siempre tarde en la marca y con chistes de mal gusto frente al arco contrario.
Tuca: apático y nulo de compromiso con el equipo tiró el partido rápidamente. A tono con el resto.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Tuca y su ballet

De la mano Tuca, figura excluyente del encuentro de ayer bajo el tinglado del reducto de Las Heras, y con un aporte también muy valorable de Pata (ya está en zona de podio), el quinteto que además integraron Peluca, Txetxo y Leo se quedó con una victoria inapelable y cómoda. Anotaron el primer gol del partido, poco después se lo empataron y a continuación vulneraron otra vez la valla rival. Esa ventaja, establecida en el tercer gol del partido, nunca desapareció y se incrementó para que manejasen el trámite del encuentro con absoluta tranquilidad y terminasen ganando por siete de diferencia.

El otro equipo estaba integrado por dos jugadores dúctiles, como Migue y Jito, dos obreros metalúrgicos, Tete y Pato, y un equilibrista, Juani. Los creadores no lograron buena comunicación entre sí, los labreros de la siderurgia tuvieron gravísimos problemas con la pelota y el administrador se precipitó. Así, las desatenciones en la marca y la falla en la definición hicieron que prontamente se encontran ante un panorama adverso tanto en el juego y como en el resultado. Nunca el status quo imperante estuvo en riesgo de quebrarse por lo que pudieron hacer. Tuvieron un padecimiento de 60 minutos, con muchas espinas y ninguna roza.

El tanto definitorio, el que estableció la insultante distancia final de siete tantos, fue una tremenda apilada del “man of de match”, que dejó a varios en el camino, arquero incluido, para meterse dentro del arco con pelota y todo. No hizo falta que llegue el pelado; cabeza gacha, los derrotados dejaron el campo de juego seguidos por los dueños de los tres puntos. Los diez players entendieron perfectamente que todo estaba definido.

El líder se fue ofuscado por el golpe de una derrota oprobiosa, pero de todos modos sigue refrigerando el champagne en su nevera para el festejo del título a fin de año.

Johnnie Walker


Cabernet apuntó:

Tuca: gran partido del bebedor de té. Lo favoreció la falta de sangre de los rivales. Fintas y potentes remates para destacarse sobre el resto.
Patón: tras varias actuaciones humorísticas, el novel judicial esta vez tuvo una buena performance digna de loas, con buen recorrido y presencia. Satisfactorio.
Peluca: Movedizo, aunque perdió más de las que ganó. Perdió confianza con el gol, con quien se mira de reojo.
Leo: vuelta sin ningún cambio. Indeseable. Eso sí, destacada labor en la portería en le tramo final.
Txetxo: mal como árbitro y peor como jugador, aunque metió algunas cabalgatas profundas por el lateral.

Migue: el telefónico de la calle Gibson reptó la cancha y llevó una mira calibrada por un octogenario con Parkinson. Olvidable actuación.
Pato: Si el fútbol se jugase sin pelota tal vez tendría más posibilidades de no hacer papelones. Sus disparos al arco son insultos subidos de tono. Mal partido.
Jito: su prontitud a peder la soltería lo tiene mentalmente disminuido y eso se notó en su juego. No es para menos, pronto gastará el doble y se divertirá la mitad.
Tete: los resortes colocados en sus botines por algún gnomo maldito perjudicaron su rendimiento. Además, le siguen comiendo piernas en la semana.
Juani: es increíble que ese sujeto punteé tan cómodamente. Ayer perdió pelotas sin parar y tuvo menos marca que una fibra. Deplorable.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Ganó Pata!!!

Al hombre lo azuzaron y reaccionó. Irónicas cadenas de mails se burlaban de su racha adversa, de los triunfos esquivos, del bimestre largo sin victorias, de la reedición de aquella serie de encuentros sin halagos cuando se inició el torneo puntuable y sostenía la tabla desde abajo. Pero el bien nutrido hombre de leyes aguardó paciente que la suerte, hasta entonces esquiva, cambiase. Merecía su premio y lo tuvo.

Pata integró el equipo en el cual se destacó su hermano menor como la figura del partido, el cual lo completaron Guindi y Matu Formisano, ambos con un buen aporte de marca y pressing, y Txetxo, con su clave inflador anímico. Formaron un conjunto sólido, de estructura colectiva, apegado a la marca y la presión para apurar a un equipo que se abatataba ante la avalancha adversaria.

El elenco derrotado, compuesto por Lapa, Tete, Turco, Galgo y Emi comenzó en ventaja de tres goles y tuvo una mayor tenencia de pelota durante todo el partido. Pero estuvo muy tiernito. Nunca lograron un funcionamiento que justificase aspiraciones de triunfo.

El final del encuentro implicó una polémica, ya que al apagarse algunos de los focos que iluminan el campo de juego del reducto de Las Heras hubo quienes entendieron que era la marca para dar por finalizadas las acciones, pero encontraron el reproche que apuntaba que el partido finalizaba solamente cuando el pelado se acercase y lo dijera taxativamente. Esa instancia no modificó nada: cuando menguó la luz ganaba el equipo que finalmente rubricó los tres puntos pocos minutos más tarde.

Finalmente, al acercarse los playes a los bancos laterales, uno de los ganadores dijo con sorna y entre dientes: “Hice ganar a Pata y Matu”. Vanidoso, seguro al mirarse al espejo se verá alto flaco, rubio, de ojos celestes y musculoso.

Mientras el partido se disputaba, el puntero y quién será campeón seguramente sobrándole algunas fechas, se encontraba en cercanas tierras orientales, Río de la Plata de por medio. Entre obligaciones laborales y suculentas cenas bien regadas habrá dormido profundamente, al presentir la tranquilidad de saberse inalcanzable.

Johnnie Walker

Ante el fuerte pedido de sus regreso, Cabernet retoma su columna, y recargado:

Migue: el telefónico de la calle Gibson transitó la cancha riquelmeanamente, pero estuvo fino con la pelota y eso le permitió destacarse. Aprobado.
Guindilla: Descordinator dio una nueva muestra de amor propio y hasta tuvo gol. Un ejemplo de auto-convencimiento y de cómo se puede hacer un yate con palitos de helado.
Txetxo: sería bueno saber qué le hizo el fútbol a él para que se descargue haciéndole lo que le hace. No mereció la victoria, nunca la merece.
Patón: el novel judicial hizo poco por lograr el triunfo que anhelaba. Fuerte en la marca y duro con el balón realizó una rara alquimia de la cual salió una victoria.
Matu F: metedor el Negrito, como siempre. Esta vez su malicia habitual no estuvo en todo su despliegue, hizo un rescatable aporte en un equipo dispuesto a refugiarse atrás y dañar de contra. Con la pelota anduvo un poco a los cachetazos.

Lapa: jugó a los pelotazos al papi. Liviano y sin compromiso.
Tete: algo de vergüenza, muy poco de fútbol.
Turco: esbozos de su antigua habilidad, ratificó que sólo tiene tanque para los primeros 25 minutos.
Emi: embarulladísimo; sería bueno que junto con su pilcha lleve otra pelota para cuando tiene este tipo de partidos.
Galgo: de lo mejorcito de un equipo light y descafeinado. Pero sus jugadas picantes se contaron con los dedos de una mano y por eso no pudo evitar la derrota de los suyos.

Nota: agradecemos a Bordolino y Toctoc por sus informaciones.

miércoles, 14 de octubre de 2009

El invierno no pasó en el Social

El querido reducto de la calle Las Heras continúa mostrando, cada tanto, fenómenos climáticos imprevisibles y de difícil explicación, ya que más parecen estar ligados a cuestiones metafísicas que a procesos atmosféricos. Sea como fuere, lo concreto es que el frío atacó repentinamente a un equipo y pese a recuperar la temperatura templada sobre el final, aquella estocada de hielo polar fue letal. Porque siempre que se va ganando por cinco goles y el resultado final es derrota la explicación radica en los gélidos esternones.

Quienes padecieron la tormenta de nieve fueron Pata, Javi, Emi, Pato y Matu Formisano. Durante la primera mitad del partido fueron un contento de fútbol, con juego asociado, marca y goles preciosistas. Llegaron a establecer una diferencia de cinco goles y su valla continuaba invicta cuando promediaba el partido. Pero bajaron la intensidad, se relajaron y facilitaron la remontada del quinteto de Peluca, Galgo, Juani, Lapa y Tete. Con inteligencia, paciencia, fútbol y entrega dieron vuelta el marcador y se adueñaron del trámite del cotejo. Pese al esfuerzo póstumo de los derrotados, que llegaron a la igualdad parcial tras un insólito gol en contra de Lapa casi desde mitad de cancha, con un par de contras los tres puntos quedaron para cada uno de los integrantes del team que se sobrepuso a un pésimo arranque que presagiaba papelón.

Fue un partido raro, ya que cambió de manos el marcador y el trámite. Los dos equipos fueron por momentos dominadores, por otros bailados y ambos sufrieron el embate adversario con temor; aunque uno pudo aguantarlo y el otro no, esa fue una de las diferencias.

La figura del partido fue el Galgo. Sembró y cosechó el campero con multiplicidad de recursos; colaborador en la marca, firme en el medio y veloz para ponerse en posición de gol. Regaló la perla del encuentro sobre el final cuando con una pelota picando frente al arco ante la salida del arquero metió un sombrero y definió de cabeza. Magistral.

Peluca tuvo, en el mejor momento de su equipo, buen manejo de pelota, cuidándola y ayudando al equipo a pararse en campo adversario. Tete aportó su característico esfuerzo de perfil bajo y tuvo una muy destacable actuación en defensa sobre el final para proteger la ventaja de los suyos. Lapa y Juani procuraron manejar la globa con toques cortos (el hincha del Rojo buscó con varios bochazos largos, con escasa suerte) desde su propio arco para marcar el nacimiento de cada jugada. Está claro que el padre de Iker será el campeón del año, ya está sentenciado.

Por el lado de los perdedores, Pata recobró su potente disparo y se anotó con lindos goles; Emi abusó del manejo, preocupándose más por la gambeta que le permite su habilidad que por vulnerar la meta ajena; Javi tuvo imprecisiones raras en él y olvidó sus cañonazos; Pato fuera de su argumento marcó varios goles, colaboró en la marca, pero no aguantó el ritmo del partido, en tanto Matu fue lo más destacado de su equipo, por entrega, contagio y empuje; él no mereció la derrota.

Johnnie Walker

Nota: dado el descontento que causó en algunos jugadores –siempre los verdaderos protagonistas- Cabernet Sauvignon ha sido congelado al menos de momento. Dado el resultado de la encuesta se determinará el regreso de sus ácidos análisis del desempeño de cada jugador o su alejamiento definitivo.

miércoles, 7 de octubre de 2009

El partido de Ostolaza Jr.

Desde un despliegue conmovedor, verticalidad cuidado de la pelota y una versión goleadora que tuvo su máxima exteriorización en el último gol que anotó y gritó a voz de cuello, Migue fue el artífice excluyente de la victoria de su equipo. Su carta de presentación, en aviso de lo que se vendría, fue un caño en pisada al mayor de sus hermanos que generó un suspiró general. Lapa fue quien lo acompañó en la creación, a veces bortoleos innecesarios. Martichas (tres jugados, tres ganados) y Tete aportaron marca y rigor desde el fondo, mientras que Tito operó de arquero todo el partido y lo hizo en gran forma; jamás salió del área, pero con las manos tuvo varias atajadas destacables.

Del otro lado, Juani, tuvo el partido más flojo que se le reacuerde ya que, muy raro en él, perdió varias pelotas en salida. Pata intentó ser el empuje del equipo para acercarlo al arco rival pero nunca encontró socios en esa tarea y quedó perdido. Peluca aportó movilidad y procuró ser la cuota de gol, pero muchas veces embrollado termino desdibujándose. Matu Pitré tuvo un partido más que olvidable con impresiones y apatías. Pato, mudo y torpe, fue el peor de los suyos; visiblemente fuera del partido desde el comienzo del mismo fue un obstáculo para su equipo y un pase libre para los adversarios.

La ventaja de los ganadores se estableció desde el primer minuto y llegó a ser de 6 goles. Un repunte del otro team le permitió estar a sólo 2 tantos a poco del final, pero el partido terminó volcándose a favor de quienes mejor habían hecho las cosas: Ostolaza Jr. y su elenco.

Johnnie Walker


Cabernet dice desde su particular visión:

Tito: He de hacer un acápite especial para comentar el desempeño del hostil y rústico zaguero de Burzaco. Después de una prolongada ausencia se produjo su vuelta y su versión como portero fue valiosa. Aprobado.
Migue: Buena performance del telefónico de la calle Gibson. Se mostró en una de sus mejores versiones, tocando, jugando y poniendo cuando era menester.
Tete: Otro que regresaba y lo hizo dignamente. A su clásico sacrificio le agregó cierta cuota de gol, en otros momentos de hizo humo (nadie mejor que él para ello).
Lapa: El financista de origen hebreo tomó el partido como una cuestión personal. Por momentos fue un buen socio para el telefónico, en otros abusó de cierto desparpajo poniendo en riesgo su arco y las coronarias de Tito.
Martinchas: Lo suyo es la marca y en ello cumplió, al menos durante la primera media hora. Luego su despliegue mermó dejando a las claras las razones por las tiene menos cintura de Zulma Lobato.

Juani: Es evidente que si no se arma el equipo no puede ganar. Le faltó juego, despliegue, garra, lucidez, toque, entrega, humildad, velocidad, manejo. Le sobró lengua y grasa. Se impone su retiro.
Patón: Elegir entre el novel judicial y su adiposo hermano es como que a uno le den a optar si casarse con Silvia Süller o Esther Goris. Lo suyo fue paupérrimo.
Peluca: Dio lastima; perdió las pocas cosas buenas que otrora supo exhibir. Hizo gala de un físico poco visto: posee la misma anchura en sus hombros que en su cintura. Futbolísticamente nulo. Poco gol, poco toque, poca sangre.
Pitré: Este cronista se anima a afirmar que si el lungo se corta un dedo podrá su cuerpo emanar cualquier tipo de fluido menos sangre. La vida me dio la suerte de tener un gran amigo de origen islandés. En alguna oportunidad supe reprocharle su frialdad. Ahora bien, mi gran amigo Cartón ("el Islandés") al lado de Pitré parecía nacido en Río de Janeiro. Definitivamente lo suyo no es el fútbol, quizás el ajedrez.
Pato: Pareció contagiarse de Pitré. Poluló por la cancha sin compromiso. Sus disparos al arco fueron una continua amenaza para las palomas. Olvidable.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Para todos los gustos

Polémica Social. ¿La tocó Juani en el gol no convalidado que pretendió sea el de oro? El voluminoso player perjuró que sí, pese a las quejas multiplicadas de ademanes del también fornido golero adversario, Txetxo. El mayor de los Ostolaza reclamaba la legitimidad de la conquista mientras caminaba hacia los bancos, seguido por Seba, uno de sus compañeros. Hasta buscó la mirada cómplice del pelado pitador de finales, pero se abrió: “No me mires que no soy referí”.

Las acciones se retomaron y la polémica, aunque menor, volvió a entrar en escena. Un bochazo llovido cayó al área opuesta y en afán de despeje Guindi le dio con la cabeza y su minúscula mano izquierda. Pato, en el arco, observó aterrado. Peluca, el restante integrante el ese equipo, vestido como un cartonero, miraba impávido. En el quinteto conformado por Migue, Pata, Chino Llauradó, Matu Formisano y Txetxto fue el ex Pucará (justo el que estaba más lejos de la jugada, en el otro arco) quien reclamó penal a voz de cuello. Deliraba.

Puesta otra vez la globa a rodar, Peluca se la robó en la mitad de la cancha al Chino Llauradó en su enésimo intento de pisada y ante el arco desguarnecido (se creo que Txetxo estaba en el buffet devorándose una napolitana, porque en el arco no había nadie) marcó el triunfo de los suyos.

Papelón Social. Hubo otra acción con portería plenamente abierta que significó la nota excluyente de la jornada. La mejor jugada del partido terminó con Pato devorándose un gol peor que el del Sapito Marchant el último fin de semana. El desgraciado periodista, que había iniciado la jugada con un quite, dilapidó la excelente triangulación de su equipo al tirar afuera la pelota casi debajo del arco, completamente solo. Era más difícil sacarla afuera, como lo hizo, que meterla. Abrió tanto el pie que le pegó con el talón de Aquiles para mandarla casi al lateral. Pese a que él asegura ser derecho, estudios médicos clasificados revelarían que constituye un caso único al presentar dos pies izquierdos.

No conforme con errar lo imposible cuando su equipo ganaba por uno y quedaban pocos minutos, con lo que hubiese dado el tiro de gracia a los rivales, acto seguido perdió una pelota sobre el lateral que terminó en gol y tablas en el marcador. Todo lo bueno que pudo haber hecho hasta esos dos minutos fatales quedó desdibujado por estas acciones condenatorias.

Figura Social. Guindi, el más ganador porcentualemente, fue el valor más destacado de su equipo, con gran entrega, marca y sacrificio en pos del equipo. Su primera mitad de partido fue arrolladora y en ese arranque regaló la perla del encuentro. Lanzado como un misil por el lateral derecho transformó una habilitación larga –por desajustada- en un tremendo golazo al arrojarse al piso y meter una tijera sobre las baldosas para eyectar un bombazo al ángulo opuesto que ingresó zumbante y por su violencia hizo volar un fierro del parante. Tremendo.

Bajo Fútbol Social. No se trató de un partido digno del elogio; escasearon las jugadas asociadas y la primera media hora de juego mostró una preocupante anemia de gol. El team derrotado tuvo, tal vez, mayor manejo de pelota, algo más de volumen de juego, pero le costaba prosperar en el último cuarto del campo de juego. Del otro lado la premisa esperar y salir rápido de contra con Peluca (cuando no estaba en el arco), lo que revelaba el apego al catenaccio de quienes se quedarían con los tres puntos. Por momentos a cada equipo le sirvió su prédica y por eso llegaron igualados al final del partido.

Desmesura Social. El gol de oro tuvo una dedicatoria especial. Parado en su propio campo, consumado el gol definitorio, Juani giró para enfrentar a su hermano menor, que había quedado merodeando el área adversaria, y gritarle el gol en la cara en reiteradas oportunidades, con altísimos decibeles y puños apretadísimos. Indudablemente valoró altamente el triunfo, que lo ratifica en su camino al título y, de pasó, se burló de la mufa que invadió a Migue por el desenlace.

Johnnie Walker

Como siempre, la aguda mirada de Cabernet:

Juani: ahogado, rezongón y fabulador que grita goles que no son. Desde el poder que le da ser el organizador apela a todo tipo de artilugios, por eso es puntero.
Pato: pobre muchacho; la ciencia lo ayudaría con un transplante de pies.
Iñaki: buen partido de Descordinator, aportó gol y marca cuando cada cosa era necesaria. Un milagro del optimismo futbolero.
Peluca: embarullado y morfón levantó su nota sobre el final del encuentro. Aceptable.
Seba: siempre llegó despatarrándose al arco rival, pero cuidó bien su quintita. Ventajero, acompañó a Juani a los bancos cuando el cadáver futbolístico aseguraba haber rozado la pelota en el gol que no fue.

Matu: De lo mejorcito de su equipo, se esforzó y dejó una perla de gol con desborde por la izquierda y definición de zurda desde un ángulo imposible que marcó la igualdad parcial.
Pata: el novel judicial sigue en una caverna sombría. De su potente disparo y vehemencia quedan sólo jirones. Asistimos a sus últimos días como jugador.
Txetxo: un insulto al fútbol. Acusador de un desgarró que lo condenó a ser golero, tapó algunas y probó varias veces al arco en los corners a su favor, la mas cerca pasó 4 metros por sobre el travesaño.
Migue: el telefónico mostró un grotezco rendimiento. Perdido en la cancha, se lo notó además ofuscado. Para atrás
Chino Llauradó: en continua cámara lenta prosperó poco y perdió mucho, con exceso de pisadas inverosímiles. De todas maneras muestra condiciones para revertir.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Todos perdedores

La excepción deja de ser tal cuando se repite. En nuestra estimada cancha del reducto de Las Heras volvió a producirse un empate, en un hecho que avergüenza a nuestro querido deporte en su versión de salón. Los protagonistas de esta insultante igualdad deberían ponerse colorados al contar que un papi terminó sin ganadores. Cuando no hay triunfadores todos son derrotados, aunque cada uno sumará su miserable punto más en la tabla.

Uno de los equipos estuvo integrado por Seba, Juani, Guindi, Pata y el Turco, mientras que el otro lo componían Batata, Peluca, Migue, Matu Formisano y el Galgo. De la conformación de ambos elencos se deduce fácilmente que en el primero la velocidad y el pique corto eran conductas absolutamente fuera de su libreto.

Seba estuvo prolijo en la marca pero muy impreciso con el balón, aunque bien cuando fue al arco; seguramente la casaca que vestía lo obligó a jugar con la indecencia con que lo hacen los jugadores del primer equipo de ese club. Sobre Pata uno de los protagonistas del partido dijo lapidariamente luego de finalizado el mismo: “Tiene menos coordinación que los bailarines de Tinelli”.

El Turco volvió a demostrar que su hábitat natural es la Antártida; por momentos generó peligro de cara al arco rival pero desconoce que el papi es, básicamente, atacar y defender. Guindi pudo decretar la victoria de los suyos, pero los honores no son para él; con su carácter habitual fue un frontón en defensa, con varias barridas destructivas.

Juani padeció pronta agitación y lo mejor suyo estuvo en el arco, donde se destacó por sus méritos deportivos y por tomar, por momentos la identidad del inefable Ángel Sánchez: dirigía desde muy lejos. La estadística refleja que el padre de Iker ingresará al anteúltimo mes del año puntero, por lo que el destino le tiene reservado un lugar protagónico ya que será el Campeón 2009 o lo recordaremos como un plumífero de grandes dimensiones.

El mayor de los Ostolaza protagonizó un papelón al intentar dar por terminado el partido acercándole la pelota al pelado cuando lo vio parado al costado del campo de juego, pero recibió de éste la una socarrona sonrisa y la invitación a volver a la cancha ya que no era la hora.

Del otro lado, el Galgo aportó un ida y vuelta elogiable y estuvo voluntarioso en la marca, pero errático de cara al arco rival. Peluca también fue calificado por un protagonista, compañero de alineación, que aseguró: “Sigue pensando en Mickey Mouse y las hamburguesas de Disney. La pelota le rebotaba, se le enredaba entre sus empanaditas de copetín”.

Migue bajó su rendimiento en relación a sus últimas dos participaciones, pero es justo destacar su entrega y sus prestaciones como portero. Batata conectó otra sintonía; el Goleador del Pop estuvo seco de gritos y perdido en la marca. De Matu Formisano también fue definido escaleras abajo por uno de los players: “Está más ancho que Peuccele y si le ponés una media de caga color se pega él mismo”.

Johnnie Walker

Por su parte Cabernet sentenció:

Juani: arrastra su cuerpo. Su físico pide un urgente acondicionamiento. ¿Alguien sabe por qué va puntero?
Pata: seguramente el arbitraje sea lo suyo; tiene todas las condiciones para ser un obediente empleado pitador de AFA.
Seba: es preocupante, cada vez más peleado con la pelota. Las canas no le dan sabiduría.
Turco: no marca y entonces sus actuaciones jamás serán buenas. Se nota que supo ser un atacante punzante, pero hoy es un flan con poco frío (a diferencia de su pecho).
Iñaki: Un canto al optimismo, con poquísimas condiciones hace bastante.

Batata: un saltimbanqui. Fantasmal actuación. Sus condiciones le permiten pensar en la revancha.
Peluca: barullero inconsistente, su comprimido cuerpo parecía gobernado por varios cerebros que no se ponían de acuerdo entre sí. Mala actuación.
Matu F: pesado como nunca y boquillero como siempre, fue el aporte de garra más importante de su equipo.
Migue: el telefónico de la calle Gibson volvió a su normal transitar. Por momentos se contagió de la entrega de su morocho compañero.
Galgo: corredor el campero. Hizo su aporte en la recuperación de pelota, pero tiene menos definición que Candelmo.

Nota: agradecemos a Bordolino y Toctoc por sus informaciones.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Sopapo con jerarquía

Puede ocurrir que salgan partidos en que las equivalencias no existan, ya sea por armar equipos sin equilibrio de fuerzas o porque un team no responda a las expectativas previas que genera dados los integrantes que lo conforman. Lo primero o lo segundo -tal vez una combinación de ambos- sucedió en el encuentro de ayer, en el cual Guindi, Seba, Migue, Guido y Matu Pitre zamarrearon a Tuca, Lapa, Galgo, Julián y Matu Formisano. La temprana puesta en ventaja por dos tantos de quienes serían ignominiosamente derrotados no llegó a ser nunca una amenaza para el equipo rival, que muy poco tardó el revertir la situación. En una ráfaga se puso 5 goles arriba y desde entonces se dedicaron a manejar el partido, con una solvencia y tranquilidad permitida en buena parte por la apatía adversaria.

A Migue se le abrió definitivamente el arco y esos goles, sumado a un buen rendimiento general de prolijo manejo de pelota lo colocaron en la máxima consideración, nuevamente. Matu Pitre (de regreso tras una prolongada ausencia), Seba y Guindi fueron, en ese orden, el triángulo que apuntaló el lucimiento del menor y único presente del trío Ostolaza. Completó el equipo ganador Guido, de meritorio despliegue físico pero mala lectura del trámite del partido. Su velocidad hizo daño, varias veces al quinteto de enfrente y otras a su propio juego.

Por el lado de los perdedores todo fue negro. Salvo la blancura del hielo en los pechitos. El único que buscó derretirlo fue Matu Formisano, pero jamás encontró eco en sus compañeros; deben rescatarse sus intentos, aunque hayan sido vanos. Tuca transitó la cancha insípido, nunca se metió en el partido y es una sombra de lo que supo ser. Lo de Lapa no tiene palabras ni remedio, es un caso perdido. Julián caminó un rato por la corniza del desastre para luego caer irremediablemente en el ridículo futbolístico.

Pese a no haber jugado, hubo buenas noticias para Juani, ya que mantiene los 12 puntos de diferencia con su inmediato perseguidor. No sólo eso: tiene a raya a los que reman desde más atrás, ya que no sumaron ninguno de los 6 que se ubican por debajo de su posición de líder.

Johnnie Walker

Cabernet dice:

Migue: esta vez hay que reconocer el aporte del telefónico de la calle Gibson. Fue el mejor, lo que seguramente marque el bajo vuelo del partido.
Guindi: Descordinator estuvo ordenado y aguerrido. Sabe que tiene que estar muy poco en contacto con la pelota y eso es una virtud. La descomunal inflamación que tiene entre el tórax y los testículos es un impedimento que le resta movilidad.
Seba: líder del orden del equipo. Poco tardó en darse cuenta las limitaciones del rival. Sé esforzó sólo lo necesario.
Guido: velocista empedernido, le cuesta entrar en el circuito propio del fútbol reducido. Desordenado y con anteojeras, el flan rival le permitió espasmos de lucimiento. Bien en la portería.
Matu Pitre: despliegue criterioso. Conservador: quiete y pase seguro. Aprobado.

Tuca: en franco declive. Riquelmeano (sin ninguna de las virtudes de JR) juego nulo de verticalidad.
Matu Formisano: siempre a contramano. Siempre dispuesto al golpe artero. La paleta los jueves tal vez sea lo suyo. Una buena: fue el único en su equipo con algo de vergüenza deportiva.
Lapa: pecho frío, pies cuadrados. Para el olvido.
Julián: hielo ártico en el esternón. Juego nulo. Desastroso.
Galgo: el menos malo en un equipo paupérrimo, pero lejos de un rendimiento bueno. Protagonista de jugadas ridículas.

Nota: Johnnie Walker y Cabernet Sauvignon agradecen la inestimable colaboración de Aguardiente y Bordolino para la elaboración de esta crónica.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Gol de oro

El partido se inició con trámite muy favorable para el equipo integrado por Pata, Emi, Tito, Ian y el retornado Tuca, ya recuperado del desgarro que había sufrido en el reducto de la calle Las Heras. Así las cosas, no tardaron en establecer claras diferencias futbolísticas que se tradujeron en una pronta ventaja de cuatro goles. Del otro lado, las preocupaciones se multiplicaban en el quinteto compuesto por Juani, Migue, Pato, Galgo y Guindi. Sin gran despliegue físico ni hombres con vocación de gol, el panorama no era alentador para un team que no lograba acercarse al arco de enfrente.

Pero las acciones se fueron equiparando a partir del ánimo de lucha de quienes estaban en desventaja. El marcador se achicó y sólo pasaba por igualdades y mínimas diferencias. En tablas estaba el asunto cuando se acercó el pelado para establecer el final del encuentro, por lo que se jugó, como corresponde, a gol de oro. Y la diferencia se dio por mejor disposición táctica y la inteligencia del conjunto que tenía al mayor y el menor de los hermanos Ostolaza: con Juani en el arco (siempre gran cancerbero) los limitados Guindi y Pato se perjuraron marcar sin traspasar por nada del mundo la línea meridional del campo de juego, dejando la posibilidad del gol a Migue y el Galgo. Y así ocurrió. El telefónico encaró con pelota dominada, dejó el tendal y la cedió a un costado para que el ruralista empujase el cuero a la red.

Cabe mencionar que como no hay dos sin tres, el partido volvió a tener un Tito lesionado en el arco. Esta vez fue el Mariscal de Burzaco, que a los pocos minutos del encuentro sintió molestias en la misma zona que lo había puesto en inferioridad de condiciones hace dos semana. Para colmo de males, tuvo una trabada de señorita en la mitad de la cancha con Pato (quien lejos está de ser un hombre de pierna fuerte, sino más bien un tibio) que le provocó un severo golpe dorsal al caer al piso. El mismo pudo haber afectado también su mente, ya que en el arco cada vez que tomaba la pelota la tenía dos minutos en las manos, en la creencia que disputaba un partido de handball.

Como todo lo que va vuelve, Pato sufrió un golpe muy similar en la mitad de la cancha, en el cual aterrizó contra el piso cual chancho degollado. Hasta entonces el banfileño había tenido un partido por demás discreto, tratando de contener en la marca y ser prolijo en el manejo de la pelota. Pero se trataron más de intentos que de logros, en ambos casos. Tras el porrazo, su actuación fue por demás sombría.

La figura del partido, fue, por primera vez, Migue. El jerarquizado empleado telefónico tuvo un destacado partido por su buen manejo y su gran entrega; no escatimó pata, palabra, ni pedido de pelota para hacerse eje del equipo. Buen fútbol y actitud ganadora lo elevaron por sobre el resto. Sólo le faltó gol y fair play para acrecentar aún más su figura. Tuvo un error que podría haber costado caro cuando el partido estaba igualado y los rivales se pusieron entonces un gol arriba. Pero siguió en su tesitura y fue el protagonista fundamental de la última jugada, que, como fue mencionado, la finalizó el Galgo.

Iñaki arrancó cauteloso, después atravesó una etapa de impresiones pero terminó bien, en base a su inclaudicable entrega; en su mejor versión hizo un zurco por la derecha. El Galgo desperdició varias oportunidades de gol, pero en lo que fue error hubo virtud: el campero erró goles porque tuvo las posibilidades a partir de su virtud para estar bien ubicado y su despliegue físico para llegar a posiciones de peligro. Juani tuvo un partido sin destaque, pero fue vital en el momento clave, dado que cuando el tiempo apremiaba y su equipo estaba dos goles abajo, ya con las ropas de arquero clavó dos bombazos (el segundo con fortuna en un rebote) para establecer la igualdad que precedió al tanto final. Es cada vez más puntero.

No puede dejar de señalarse un hecho extrafutbolístico que aconteció antes del partido. La información indica que el Sr. Ormaechea dejó su marca indeleble en el Lomas Social, más precisamente en los vestuarios, con una de sus especialidades: el taponaje. Luego de cambiarse con su potencia única inutilizó uno de los sanitarios. Una bestia.

Por el lado de los perdedores, hay que decir que la potencia de Pata no hizo mella en los adversarios y tuvo errores de manejo; Ian mostró una versión superior a la del debut, aunque no fue suficiente; Emi estuvo livianito y no pudo establecer diferencias con su gambeta; Tito atajó e hizo tiempo todo el partido (también tuvo buenas tapadas), en tanto que Tuca sintió el parte de su lesión, algo que quedó patentado en su ausencia de chutazos.

Johnnie Walker

A continuación, las feroces apreciaciones de Cabernet Sauvignon. Más que nunca queda claro que entre quien escribe y su columnista estrella hay diferencias de criterios y, también, libertad de opinión.

Migue: Cada día que demore la decisión de retirarse para siempre del fútbol lo perjudica. Su nivel es de lo más bajo de la Familia Ostolaza, incluyendo a los Ostolaza Sueldo. Bochornoso, quejoso y pendenciero.
Juani: Una vez más fue salvado por sus compañeros y los errores del rival. Por una semana más la calabaza sigue convertida en carroza. Acertó en momentos clave con sus remates al arco, pero ello resulta insuficiente para quien se golpea el pecho por ser puntero.
Guindilla: El tata dios se ensañó con el cafetero. Podría ser protagonista de una película titulada "Descordinator". No se sabe si es derecho o zurdo. Nobleza obliga, su despliegue es emocionante, le sobre voluntad y garra.
Galgo: Correcto. Parece esos estudiantes dan sólo lo justo para aprobar. No deja ni un peso de propina, pero tampoco le hace falta. La marca de Ian puede convertir en estrella a cualquier ignoto delantero, mucho mas aún a alguien, como el Galgo que no es rengo. Bien.
Pato: Si no hubiera jugado en el mismo equipo de el telefónico Ostolaza sin duda hubiera sido el peor del equipo, paro nadie puede jugar peor que el de la calle Gibson. Por momentos se contagio de la garra de Guindi.

Tito: El retiro es una realidad que se le impone. Su físico dijo stop, más allá de la artera agresión del Pato.
Emi: Sin duda lo mejor del equipo, puso y trato de jugar. Le faltaron socios pero igualmente trató de arreglárselas. Algunas salidas con poco criterio pusieron en riesgo su valla. Bien.
Ian: perecería que se estuviera acordando de algunos pretéritos conocimientos futbolísticos. Sin duda la marca no es lo suyo. Merece un crédito de confianza. Regular.
Patón: El judicial dejó ver su paupérrimo estado físico, lo que sumado a su también paupérrimo caudal técnico hace una mezcla explosiva. De todas maneras comparado con el menor de sus hermanos pereció el Bichi Borghi. Mal.
Tuca: Regresó después de una dura lesión y se notó. No contó con confianza para explotar su principal arma, que no es otra que el disparo de larga distancia. No se le puede caer duro, al menos por ahora, Tiene crédito en su cuenta. Regular.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Justo castigo por no entender las normas del papi

Parece increíble, pero sucedió así: un equipo ganaba por cinco goles de ventaja y el adversario llevaba más de un largo cuarto de ahora virgen de gol, pero de todos modos podía advertirse que los temporalmente derrotados tenían todo para ser victoriosos. Esa presunción, visible para un observador futbolístico medio, radicaba en el manifiesto desorden y la nula marca de medio equipo en el quinteto que estaba en ventaja. Además, pese a su mal rendimiento, el otro team llegaba y la pésima definición en algún momento sería calibrada. Así sucedió. Un hecho para nada menor: la lesión de uno de los integrantes -por lejos el más veloz y dinámico- del conjunto al que se le dio vuelta la tortilla, fue el tiro de gracia para quienes ganaban cómodamente y fueron derrotados ignominiosamente.

Guindi tuvo una mejor performarce que en su última presentación; seguramente influyó el hecho de haber jugado con un pantaloncito futbolero en lugar del mini short brilloso. De poca proyección, cuidó su quintita y con perfil bajo cumplió lo que de él se esperaba. Peluca tuvo el arranque propio de un extranjero en el territorio del fútbol: no le salía una. Sin embargo, más tarde, el abreviado delantero sacó ventajas de los innumerables espacios que regalaban los adversarios. El Chino Llauradó, debutante por los puntos, también tuvo un comienzo a las puteadas con la pelota; su buen despliegue físico y la no claudicación en reiterados intentos merecen ser reconocidos. Matu Formisano puede ser reconocido como el mejor valor de la cancha: criterioso para pasar al ataque, aplicado en la marca, y rápido en el pase elaboró la nota más elevada y se anotó sus primeros tres puntos. Juani tuvo la misma regularidad de siempre; de corto desplazamientos, procuró siempre asegurar la bocha. Es cada vez más puntero.

Por el lado de los perdedores, Migue aportó manejo, ataque y procuró cerrar caminos a los rivales, pero, como todos sus compañeros, terminó desdibujado, fundamentalmente por la mala actitud y el invisible compañerismo de dos de ellos. Pato tuvo una buena primera media hora, en la cual se destacó en la marca, aunque estuvo flojo en el manejo de pelota y –como siempre- horrible en la definición. Después se fastidió en exceso son sus dos compañeros descomprometidos y tuvo el andar de una babosa; se peleó hasta a la hora de cantar el marcador, equivocado siempre en la cuenta. Tito era la cuota de velocidad y explosión en un equipo de tranco cansino, pero una fuerte trabada con Matu (quien jamás sacará la pierna) le provocó un severo dolor en una de sus rodillas permitiéndole a gatas atajar. Así, Tito Bis, reiteró la desgracia que padeció su homónimo de Burzaco siete días antes. Cuando llegó Juampi, último, le gritaron: “Cuidá máquina, Flecha”. Sin dudas se trató de un chiste, de mal gusto. El esmirriado joven jamás marcó, la pisó para perderla sistemáticamente, no tuvo en cuenta nunca que jugaba con cuatro más y perseveró en tirar lujos que jamás le salieron. Por su velocidad anotó algunos goles, algo que logró gracias a haber bajado a su mitad de cancha una vez. Al terminar el partido, en la confitería, su descargo fue: “me pensé que era cancha de sintético”. Sin palabras. Sergio también estuvo sin pase, sin marca, sin entrega y con excesiva lentitud; lo condena el hecho de haber sido un muy buen jugador (también en ese entonces sin marca), entonces en su mente recrea jugadas que hacía, pero que hoy su deplorable estado físico las tornan imposibles: es como si Pancho Varallo le pidiese la 9 de Boca a Palermo para jugar él. Esta claro que estos dos últimos jugadores fueron aplazados.

Johnnie Walker

La columna, jugador por jugador, de Cabernet Sauvignon:

Peluca: primera media pésima; le rebotaba la pelota, erraba los pases y no tenía gol. El la segunda mitad, ante los harapos del equipo rival, logró sacarle algunos réditos a sus movilidad y gambeta.
Iñaki: un limitado optimista. El cafetero de Adrogué mordió la banquina varias veces, pero metió y supo aprovechar las ventajas que se le daban.
Juani: es increíble que haciendo tan poco vaya tan puntero.
Matu F: un metedor que se destacó sólo porque el partido fue atípico y malo. De todos modos se le dan los honores por ser el más destacado.
Chino Ll: el fútbol no es su hábitat natural, pero acostumbrándose a las baldosas del social puede ser más. Su presencia superó a la de Ian la semana pasada.

Pato: consabidas sus limitaciones, durante la primera media hora se dedicó a ser prácticamente un perro de presa y lo logró en buena mediad; luego tiro el partido en una actitud muy condenable.
Turco: sin marca, sin pase, con queja. Desastroso. El retiro no sería una mala decisión.
Juampi: otro sinvergüenza. Jamás marcó ni jugo con sus compañeros. Un caradura. Se impone que aprenda rápido las reglas básicas del papi.
Migue: por trato de pelota y vergüenza deportiva el mejor de su equipo. Herido en su orgullo y su físico también bajo los brazos en al segunda mitad.
Tito Bis: la lesión lo condicionó (puso la pata flojita); venia cumpliendo una buena actuación que quedó trunca.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Cinco contra cuatro

Desnaturalizado partido se vivió ayer por la pronta lesión de uno de los jugadores que se acercaron hasta el reducto de la calle Las Heras. En la primera pelota que tocó, Tito ejecutó un tibio remate que le causó un instantáneamente autodiagnosticado desgarro. Cojo, no tuvo más remedio que ir a la portería, donde hizo lo que pudo, dado que le era imposible movilizarse lateralmente y salir jugando aunque sea dos metros.

La circunstancia de encontrarse ante un equipo de cuatro jugadores fue muy bien aprovechado por Emi, Peluca, Galgo, el debutante Ian y Juani, quien con una nueva victoria se corta cada vez más en la cima de la tabla de posiciones. Manejaron la pelota con buena rotación ante un adversario flojo en la marca y que al promediar el partido sintió el cansancio lógico de no poder descansar en el arquero ni aplicar la instalada rotación de un gol cada uno bajo los tres palos.

Por despliegue, empuje, una aceptable cuota de gol y haber cortado una muy mala racha (que aún está lejos de revertir su muy baja efectividad en la tabla), Peluca se presentó como el mejor del match. Juani y Galgo mostraron una prolijidad y un juego sencillo y directo muy bien aprovechado por sus compañeros; el oriundo de Burzaco por momentos hizo surco por el centro de la cancha. De estreno en estos choques de los martes, Ian tuvo un arranque terrorífico, plantado e impreciso, pero cuando los de enfrente bajaron los brazos logró mostrar una versión más decorosa; igual quedó en deuda. Emi dio alguno de sus pincelazos, pero estuvo más contenido en un equipo claramente más volcado al juego de equipo que a la destreza individual; de todos modos hizo un buen partido.

El cuarteto que se paró delante del derruido Tito fue Migue, Pato, Batata y Seba. El menor de los hermanos Ostalaza fue el mejor de su team de cara al arco rival, pero sintió mucho el cansancio y se lo notó por demás fastidioso, con sus compañeros y la situación desfavorable en la que se desarrolló el partido. El frustrado periodista aportó en la marca hasta donde pudo, después tuvo el mismo despliegue que un caracol; su negación al gol a nadie sorprende, pero no deja de ser alarmante. El goleador del pop corrió bastante, pero no tuvo su poder de fuego característico y estuvo muy perdido en la marca. En tanto, el volante central de San Fermín fue el más rescatable de los vencidos; trató en vano de ordenar a los suyos; tras el final del partido no ocultó su enojo y explicó cómo se debe marcar, sólo le faltó el pizarrón

Johnnie Walker


A continuación la despiadada visión de Cabernet Sauvignon:

Tito: Nulo. Es evidente que el otrora recio y rústico zaguero ha llegado al epílogo de su carrera. Sus músculos acusan recibo de sus habituales correrías etílicas. A los 3 minutos de juego acuso desgarro y pedió refugio bajo los tras palos. Algún indiscreto camarada de su círculo íntimo dejo deslizar la posibilidad de que el de ayer haya sido su último partido del año. Desde ya el fútbol agradecido.
Pato: la semana pasada se dejó entrever que el ex barbado periodista está peleado con la definición. Sin ánimo de resultar grosero, me atrevo a aseverar que el Pato es ignorado por nuestro querido fútbol. A su torpeza habitual, el descarado ahora le agregó lentitud. Un muestrario de carencias técnicas.
Migue: Protestón, lento, impreciso, errático, insolvente, cansino, apático y siguen las firmas. La única esperanza para este cronista estaría dada por su deserción del papi de los martes.
Seba: Lo mejor de cuadrilla derrotada. Bien se podría decir que en el país de los ciegos el tuerto es rey, pero decirle tuerto resultaría un halago. Si intentará correr sólo un poco más lento iría para atrás. No obstante ello, con la pelota en lo pies fue de lo mas claro.
Martín: No se si este niño había jugado con anterioridad a este noble deporte de hombres. Pereció que nadie le dijo que al fútbol se corre y se "mete pierna". Parecía escapado de "Cantaniños".

Juani: Sigue siendo un cadáver futbolístico y ahora encima le agrego un olor a transpiración pestilente. Seba perecía Caniggia al lado del adiposo natural de Llavallol.
Galgo: Jugo a medía maquina, con cierta displicencia. Hubiese sido deseable que López Villa salga de su letargo bajo los tras palos y le aplique uno de sus ya consabidos correctivos a la tibia. Futbolísticamente intachable.
Peluca: Al desagradable wing de Remedios de Escalada le tocó tener una de esas actuaciones que le dan letra para hablar por los próximos 15 años, que será, a la vez, la próxima vez que juegue bien. Certero y -aunque parezca mentira- veloz.
Emi de León: Buena actuación. Le sobró paño aunque en algunos pasajes pareció contagiarse del joven de las oleaginosas, así que también le hubiera sido propicio un cachetazo en los dientes.
Ian: Su calificación debe ser tan baja que este cronista corre el riesgo de quedar como un maleducado. El administrador gastronómico parecía haber deglutido tres docenas de milanesas de sojas fritas en grasa. Lo mejor que hizo fue en las duchas cuando socializo un generoso frasco de champú de tres litros. Olvidable, obsceno, execrable.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Juani se corta arriba

Un partido parejo más desde su chatura que por exposición de virtudes, determinó el triunfo, por carácter, del equipo compuesto por Javi, Julián, Juani, Guido y el regresado Guindi, ausente durante varios meses. Durante casi tres cuartas parte del encuentro el conjunto ganador fue dominado por el team que integraban Emi, Pata, Galgo, Pato y el también reincorporado Tete. Pero una vez que lograron revertir el marcador supieron explotar las limitaciones del adversario para quedarse con el triunfo.

Por los dos goles que anotó, ambos de gran factura –por la fineza de la definición- y tremenda importancia, más su cerrojo como portero en el tramo definitorio, Juani se erigió en la figura del encuentro. Los tres puntos conseguidos le permiten al progenitor de Iker cortarse en lo más alto de la tabla de posiciones: sus inmediatos perseguidores están a seis puntos de distancia, lo que le permite garantizarse, al menos, comenzar el noveno mes del año sin bajarse de la cima.

Quienes lo acompañaron tuvieron prestaciones disímiles. Guido aportó un buen despliegue y sacrificio, pero mala puntería de cara al arco rival; sin embargo y pese a un rebote fortuito, terminó por anotar el gol de la victoria. Javi fue apuntado por sus compañeros por su imprecisión en los pases y su quietud; puede dar mucho más. Guindi sufrió la velocidad de la cancha, pero sabedor de sus limitaciones nunca intentó ir más allá; ostenta puntaje ideal en tres presentaciones. Julián se paró decididamente en ataque, buscando siempre aguantar la pelota, no siempre lográndolo; sobre el final sufrió la brusquedad de Pata, que lo dejó grogui.

El team vencido padeció flaqueza espiritual para dar vuelta el trámite del partido una vez que se vio en desventaja y sufrió la falta de gol. Compuesto por jugadores más luchadores que virtuosos, a excepción de Emi, esa primacía del esfuerzo por sobre el talento fue su lastre al fondo del océano de la derrota.

Lo más atractivo del partido pasó por el vibrante final, propiciado por la paridad de un encuentro en el que jamás hubo más de dos goles de diferencia. Entonces, igualados con el tiempo que se esfumaba llegó el gol de Guido con la carambola señalada para poner por uno arriba a los suyos. Ya con el pelado y los protagonistas del partido siguiente al costado de la cancha, ese tiempo adicionado se vivió con los perdedores lanzados íntegramente al ataque. Pato tuvo dos chances de establecer la igualdad, pero se sabe de su fobia al arco rival y su alergia al gol. Como era previsible, llegó la contra letal, que estableció la diferencia de dos, el final del partido y la sonrisa de Juani por saberse el líder absoluto.

Johnnie Walker


Como ya es costumbre y deseo de los lectores, la visión del oculto pero siempre presente sagaz ojo de Cabernet Sauvignon:

Juani: el cadáver futbolístico no resucitó, pero sí es un muerto vivo. Ayer tuvo una destacada actuación y es menester reconocerle su ductilidad en la definición de dos goles que cotizaron muy alto. Fue el mejor de los 10.
Guido: procedió cual un león miope encerrado. Intentó movimientos de cancha de once en el reductor baldoseril de la calle Las Heras. Con la mira descalibrada, de tarro embocó el gol decisivo.
Julián: el golpe sufrido por el racinguista a instancias de la desbocada salida del Patón impide ser duro con él en la crítica. Sólo cabe señalar que intentó más de lo que consiguió.
Iñaki: la vuelta del cafetero, heladero y fundamental birrero fue prolija y a su vez desprolija. Prolija por su juego sin pretender un solo chiche y procurando esfuerzos; desprolija por su impresentable indumentaria y su hinchazón abdominal.
Javi: el adicto pitador parecía estar ahogado por las colillas. Físicamente derruido, erró pases a dos metros. Sus compañeros lo hostigaron con justeza.

Pato: laborioso en la marca, pese a seguir varias veces de largo y perder a su hombre asignado en otras. En lo que respecta al arco rival, deberá tratar su negación con un psicólogo deportivo.
Emi: único tecnisista en su team, mostró su mejor versión en la primera mitad; sobre el final se desdibujó y enredó por demás.
Pata: el novel judicial careció de casi todo, menos de carácter para con brusquedad estar cerca de sacarle la cabeza a Julián. Sic sic, perla negra.
Tete: la vuelta del gerente gastronómica fue regular. Si bien no se pudo decir que estuvo lento, sí muy impreciso e inofensivo. Le siguen sacando piernas en la semana.
Galgo: como el resto del equipo arrugó sobre el final. Antes había mostrado aceptables cualidades, hizo algunos goles, pero, en general, también tiró con cebitas.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Solooo yo quiero estar contigoooooo

Dos regresos con victoria se dieron ayer en el Lomas Social. Batata y Pipa volvieron y ambos integraron el quinteto ganador, junto con Emi dL, Pato y Juanma. El goleador del pop (como se bautizó en este blog a Martín Otxotorena, por sus consabidas dotes de cantor y su poder de fuego en el papi) tuvo un retorno por demás esplendoroso, ya que fue la figura del partido. Estuvo movedizo y quemador de redes. Hizo varios goles, algunos de tremenda factura, destacándose el que le picó a Peluca (el golón no se debió a la baja estatura del ocasional portero, sino a la precisión de la pegada) y el fulminante chutazo al ángulo del primer palo cuando el guardavallas era Juani.

En cambio, la vuelta de Pipa no fue plena. El juvenil atacante tuvo un match interesante, en el cual dio muestras de su habilidad y supo conservar la calma cuando sus primos lo buscaban. La única contra que tuvo fue exceso de individualismo en el ataque. Lo malo de su regreso fue que sintió una molesta en el mismo sector del desgarro que lo tuvo alejado de las canchas. Obligado a ocupar la portería en el último tercio de partido, lo hizo de gran forma.

Juanma mostró discordancia entre su velocidad y potencia en relación a la precisión. Nuevamente rindió por debajo de lo que puede; de todos modos anotó los goles decisivos de la victoria y eso aumentó su valía. Emi tuvo buenos aportes en la marca y el ataque, aunque con algunos nudos evitables con un pase previo. Pato estaba descontextualizado: único limitado en un equipo con cuatro habilidosos, tuvo un actuación pobre que tal vez habría podido matizar con una ausente buena entrega de sudor.

El encuentro se planteó como una de revancha, ya que el equipo que había ganado siete días antes formó de la misma manera: los hermanos Ostolaza, Peluca y Javi. Del otro lado se mantuvieron Juanma, Emi dL y Pato, mientras que los retornados Batata y Pipa ocuparon los lugares de Tito y Tuca.

Peluca estuvo movedizo, pero falló en la definición en el tramo final. Migue también careció de puntería contra el arco rival; de buen arranque pareció por momentos fastidiado. Juani rescribió su perfil de último hombre con contados avances, pero careció de su ductilidad característica. Javi mostró una actuación regular, de mayor protagonismo sobre el final y con firmeza en la marca. Pata prestó largo recorrido, aunque su aporte en ataque pudo haber sido mayor.

Fue un partido de trámite parejo, con bajo goleo inicial pero dominio del equipo que finalmente se impuso en esa instancia. Con el correr de los minutos el otro elenco se afirmó con mayor prestancia en el campo y a partir de una buena rotación de pelota por momentos impuso condiciones para dar lugar a un atractivo ida y vuelta.
El último tramo del partido fue emocionante, ya que el resultado alternaba igualdades con ventajas de apenas un gol para alguno de los equipos. Todo era muy cambiante en esos minutos finales. Con el partido empatado, Pato, de gris desempeño, agarró al boleo la sortija luego de dar varias vueltas en vano, cortó un ataque rival en la mitad, encaró solo al arco y cuando le salió el arquero –Juani- la cedió para Juanma, que sólo frente al arco estableciera la ventaja que sería definitoria y terminaría estirándose por un gol más.

El conjunto derrotado puedo haberse quedado con los tres puntos, ya que en el cuarto de hora final orilló constantemente el área rival con gran facilidad por la pasividad en la marca de sus oponentes, pero con muy mala definición. El precio fue alto, la derrota.

Como ya es costumbre el uno x uno de Cabernet Sauvignon:

Juanma: El blondo empleado automotriz repitió errores de la semana pasada. Nublado, volvió a protagonizar jugadas ridículas. Sus goles sobre el final lo salvaron del escarnio en este espacio.
Pato: Pese a su disfraz de futbolista estuvo a contramano casi todo el partido. Livianito en la marca, el gol sigue siendo un misterio en su escaso repertorio. Quedó en deuda.
Pipa: Todavía fuera de ritmo. Raro en él, tuvo generosidad en la marca. Le faltó largarla más. Asustado por un nuevo desgarro, se paró bajo los tres palos y como cancerbero tuvo un gran papel, salvando a su equipo en reiteradas ocasiones.
Batata: Por habilidad, sacrificio, perfil bajo y goles coquetos, la figura de los ganadores y del partido. Aplauso medalla y beso para el ex animador musical de las reuniones gastronómicas de cada primer viernes de mes en el Denak.
Emi: Regular actuación. Habilidad peligrosa para el rival en ataque y también una amenaza en defensa, pero para su propio equipo. Debe encontrar la mixtura ideal entre individualismo y juego colectivo.

Migue: ¿Qué te pasa Mitxele, estás nervioso? Partido raro del corredor telefónico: por momentos lúcido en el manejo, en otros parecía un ciego cruzando Panamericana. Sobre el final se fue de nueve para ratificar su desnutrida vocación de gol.
Peluca: Mucha cháchara y poca efectividad. Amago más de lo que concretó. Uno de los más perdedores en lo que va del año, por algo será. De todos maneras no enterramos el ex peligroso ariete.
Javier: Destacable sacrifico, aunque su juego se vio desvirtuado por la falta de asociación. Cuidó bien la pelota, pero le faltó lanzarse más al ataque. Procuraremos no hacer más menciones a su sexualidad y omitiremos hacernos eco de los rumores sobre su infortunio eréctil.
Juani: Discreta actuación. Confundido por intensas jordanas de trabajo y un hogar copado por biberones y pañales, estuvo desorientado. Deberá aceptar que la cancha tiene dos mitades.
Pata: el novel judicial otra vez pareció cargar con un lastre de varias fojas en sus piernas. Atraviesa una crísis futbolística que no logra superar. Tal vez le falta el dulce que abandonó en su anterior empleo del ramo de las golosinas.

Johnnie Walker

miércoles, 5 de agosto de 2009

Timbos que debutan ganan

Su ingreso fue fulgurante. La sonrisa amplia actuaba de prólogo. Pero las miradas ajenas no se posaron en esa mueca de felicidad, sino en el origen de la misma, que venía desde más abajo; desde mucho más abajo si se tiene en cuenta la contextura del protagonista. El destello azulino encandilaba, el rechineo contra las baldosas de la goma nueva era música: Pata hacía estreno de unos impecables botines, salidos de su caja escasos minutos antes del inicio del cotejo. El lanzamiento al ruedo de su nuevo calzado preveía tres puntos para los suyos, y así fue.

Lo más destacado del partido fue la conducta mezquina, llorona y farsante de varios, lo que terminó por desdibujar el normal desarrollo de las acciones propias del juego. Al parecer son varios a los que en la casa los tienen al trote o en el laburo bailan como con una escoba en el orto. Entonces, si el fútbol de los martes les sirve como catarsis, bienvenido sea. Ojo, otra posibilidad de descargar tensiones es hacerse romper en culo en Palermo por un trabuco pintarrajeado y con capelu de muñeca.

Es importante tener en cuenta las siguientes máximas, científica y sociológicamente comprobadas, de las que cada cual sabrá hacerse cargo:

-El que afana un lateral tiene problemas de erección.
-El que sabiendo que se le fue la reclama a su favor goza cuando lo apoyan en el subte
-El que corta una jugada cuando no llega es eyaculador precoz.
-El que discute una jugada estando en la otra punta es propenso a las hemorroides.
-El que se tira simulando un foul suele saborear su propio esperma.
-El que protesta airada y continuadamente anhela un alargador peneano.

Centrándonos ya en el plano futbolístico, hay que decir que se desarrollaron dos partidos dentro de uno, con una primera mitad claramente favorable a un bando y la segunda al otro. Por ser siempre la media hora final la más importante, la victoria fue para el quinteto compuesto por el trío Ostolaza, el más tabaquero de sus primos y el gerente telefónico. Este conjunto supo recuperarse de un trámite por demás adverso para sacar el partido adelante con empuje y el nutritivo caldo de gallina que había enfrente.

Si bien el análisis particular de cada jugador podrá leerse más abajo en la visión de Cabernet Sauvignon, vale destacar en los ganadores la vehemente firmeza de quien estrenaba chancletas, pese a su mala tarde-noche con la pelota (se comió la jugada de gol más increíble de la historia); el orden táctico, el corte recurrente y la ligera lengua de Juani; la movilidad constante y aporte de gol de Peluca; el juego de Javi -el mejor del partido- para ser eje fundamental de la levantada de su equipo y la zapienza de Migue, de gran aporte cuando el partido quemaba, lo cual siempre tiene un valor extra.

Por el lado de los perdedores, Juanma estuvo impreciso como nunca se lo había visto en el Lomas Social, Emi dL tambaleó en la marca y abusó del individualismo, Pato tuvo un arranque auspicioso pero terminó siendo un desastroso lastre para su equipo al flaquear en todos los aspectos, Tuca sufrió una contractura que lo mandó al arco y significó una clara merma en el juego de su team, mientras que Tito fue, por amor propio y entrega, el valor más destacable de los perdedores, pese a su exceso de pierna y verba.

A continuación la particular visión de Cabernet Sauvignon.

Peluca: El global de su actuación fue pobre. Errático, lento e impreciso. Se favoreció de los yerros rivales. Cada día se vislumbra más lejano su nivel futbolístico de otrora.
Javier: El más parejo del equipo ganador. Corrió, metió y jugó (esto último en cuentagotas). Ya se aclaró que no se busca desde este espacio las cuestiones personales, pero no podemos dejar de informar que los rumores de sus padecimientos eréctiles cobran cada vez mas fuerza.
Juani: Nulo. Poca marca, poco fútbol, mucha parla. Estamos en presencia de un cadáver futbolístico.
Migue: Primo y socio en el buen trato de pelota del joven Bengoechea. Mostró entrega y vocación para acallar algunas duras críticas que se le atizaron la semana pasada desde este foro. Aplaudimos su nueva actitud.
Patón: El novel judicial (ex gremio de las golosinas) ratificó la sabiduría del refranero popular que dice: "el hábito no hace al monje". Irrumpió en el field pocos minutos antes del comienzo del match empuñando calzado de alta gama, que sería motivo de envidia del propio "lio Messi". Su actuación podríamos haber dicho que fue mala sino fuera por el gol que se devoró casi al final del partido. Corrió media cancha con el arco vacío para finalmente pisar la pelota, caerse, golpearse contra un pelo y ver como la pelota no ingresaba al arco. Debería replantarse su continuidad en estos encuentros de los martes. Sus zapatillas pueden ser cotizadas dignamente en el mercado de usados.

Pato: Buena actuación hasta la mitad del partido, luego cayó en una amplia laguna. Se lo notó incómodo con el tramite conversado y áspero del partido.
Tito: Mala actuación. El de Burzaco alega antepasados gallegos y baskos, pero desde aquí sostenemos que porta sangre uruguaya: recio y poco dúctil. Apuntó a las tibias ajenas. Parlanchín por demás.
Tuca: Rara actuación. En el momento más áspero del partido acusó lesión y buscó cobijo bajo los tres palos. Es duda para el inicio de la nueva temporada de San Fermín.
Juanma: Sin duda alguna la actuación mas desilucionante del calvo empleado automotriz. Protagonista de jugadas ridículas, pero no tanto como el Patón.
Emi: Floja actuación. Quizás alimentado por los elogios de la semana pasada aposto siempre a la individual. Deberá volver a la buena senda por su bien y el de sus circunstanciales compañeros. De todas maneras, y sin animo de caer en comparaciones, su actuación al lado de la del Patón fue "maradoniana".

Johnnie Walker

miércoles, 29 de julio de 2009

Amplia brecha

Tras varios encuentros de trámite parejo y emociones por marcadores cambiantes, en el encuentro de ayer volvió a producirse una diferencia insultante para los perdedores. Galgo, Emi dL, Tuca, Juanma y Pato, que reapareció tras algunas semanas de ausencia, establecieron una clara diferencia ante Migue, Tito, Javi, Julián y Peluca. A la vista de la conformación de los equipos, nada hacía prever un encuentro desparejo como el que terminó reflejándose en el score final.

El trámite del encuentro fue inicialmente de ida y vuelta, pero se quebró cuando quedaba algo menos de media hora. Varios ataques dilapidados seguidos de contras capitalizadas al máximo por el conjunto ganador terminaron por abrir una brecha insalvable para los perdedores.

El tandem Tuca-Juanma marcó un claro desequilibro para el conjunto cuyos integrantes terminaron por sumar tres puntos. El primero le dio un vital orden táctico al equipo y redobló esfuerzos en la marca, mientras que el segundo usufructuó en la mediad de los necesario su envidiable estado físico para avanzar con potencia de locomotora contra los rivales.

Para continuar en el argot ferroviario hay que decir que Pato fue más bien la Trochita, ya que acusó el mes inactivo. Sin embargo, con sacrificio hizo los suyo; no estuvo firme en la marca pero logró, contrariamente a lo que indican sus discretas cualidades, formar parte del circuito futbolístico de su equipo. Hasta se dio el gusto de hacer un par de goles -algo totalmente fuera de su libreto- y se destacó en el arco. Para sí marcar una constante propia, recibió dos o tres caños.

Galgo alternó buenas y malas, pero terminó por hacer valer su experiencia y despliegue. Mixturó ataque y marca. Emi dL hizo gala de su habilidad y esta vez productivamente; en el inicio del partido falló en la marca, pero, luego, al tomar bien esta faceta del juego terminó por erigirse, seguramente, en el valor más destacado de los ganadores.

El equipo derrotado cayó por la baja prestación de sus jugadores, que escondieron sus capacidades. Peluca estuvo errático de cara al arco rival; Migue tuvo un manejo inhabitualmente errático y en el arco se hizo un gol increíble cuando una masita se le fue de las manos y le entró de caño; Tito arrancó en el arco con una tremenda atajada a Tuca, pero después se desdibujo y no fue el sabueso que suele ser en defensa; Javi tuvo corto recorrido y no hizo daño en el arco opuesto, en tanto que Julián estuvo peleado con la pelota y muy flojo de puntería.

Los primos se encontraron sólo por momentos y el fútbol que generaron fue a cuenta gotas; muy poquito. La trajinada dupla López-López aportó sus desaciertos uno cancha propia y el otro en el terreno ajeno. Julián la veía pasar y escuchaba los reclamos constantes de los otros cuatro.

Fastidioso por los yerros propios y ajenos, Peluca –quien poco antes había recibido un terrible codazo en el pecho de Pato- se enojó en una jugada con Migue porque entendía se imponía un pase a él. Sin gentileza ni buenas formas, el menor del trío Ostolaza lo invitó a degustar sus genitales. Esa circunstancia marcó que algo estaba roto en el equipo rival… Sí, justamente eso que están pensando. De ahí las internas y los rostros de desazón que se imponían.

La paciencia y el buen manejo fue la virtud de los victoriosos, mientras que las malas decisiones y el desacople jaqueó las posibilidades de quienes se retiraron con la cabeza gacha. Pero lo que hoy es triunfo, mañana puede ser derrota y el martes próximo todo puede cambiar.

Johnnie Walker


Tal cual lo anunciado y esperado por los lectores, a continuación Cabernet Sauvignon, columnista estrella de este blog, nos regala su particular y descarnada visión de cada jugador:

Equipo perdedor:
Peluca: Con el recientemente esposado haré mías las palabras del famoso relator oriental y diré: ¡Obra maestra del terror! Errático, impreciso, inmóvil. No obstante, se acreditó dos lindos tubos, uno al Galgo y otro a Pato.
Tito: Muy mala actuación del burzaquense. A su ya consabida nulidad ofensiva le agregó intrascendencia defensiva. El único con cierta vocación para la marca en su quinteto no pudo disimular su falta de velocidad y reacción. Bien en la portería.
Julián: Ni un maestro de la ciencia ficción, a la sazón Ray Bradbury, podría imaginar una actuación tan desoladora. El joven posee neta vocación ofensiva y una habilidad 50% Checho y 50% Tito. De todas maneras sigue teniendo crédito, no olvidemos el caso del centro delantero de origen cuyano Perico Ojeda.
Javier: Su mala actuación se debió, por un lado, a la falta de acompañamiento para la construcción del juego asociado y, por otro, a su falta de resto físico. Al igual que varios de sus primos, es adorador del consumo de nicotina y ayer evidencio los consabidos efectos del vicio. Si bien no remite a este espacio, no podemos dejar de hacernos eco de algunas voces que afirman que nuestro querido Javi estaría padeciendo una incipiente disfunción eréctil por el “maldito pucho".
Migue: Poco y nada y van... El telefónico de la calle Gibson parece estar atravesando una interminable amnesia futbolística. El arco parecía del tamaño del ojo de una aguja para sus disparos. Olvidable, opaco, anodino.

Del lado de los ganadores iremos de menos a más dentro de buenos desempeños.
Galgo: Tardó media hora en meterse en el partido, pero fue aceptable. Aportó tranquilidad y equilibrio. El triunfo lo encaramó en lo alto de la tabla de posiciones.
Tuca: Parejo. Le faltó un poco de tiza a sus cañonazos, pero compensó con dedicación a la marca. Es de público conocimiento que algunos parroquianos de la Institución que acoge estas justas deportivas de los días martes se encuentran dándole forma a una pequeña colecta a fin de solventar los arreglos que demande el portón férreo de atrás del arco como consecuencia de los desviados puntinazos de López.
Juan Manuel: El juvenil automotriz de peinado a dos aguas jugó a cuentagotas, pero le fue suficiente. Consiente que sólo una parte de su arsenal bastaba para pasar esta batalla no gasto pólvora en chimangos dosificó esfuerzos.
Emi de León: Desde este foro no se dudó en criticar sus anodinas actuaciones, pero siempre que con las previsiones que había que tener cuando se habla de un jugador debutante y de buen pié. Ayer despejó las nubes dando lugar a días de sol primaveralmente futbolísticos. Buen toque, marca, gol, criterio. Para definirlo por oposición habría que decir que fue todo lo contrario a Peluca.
Pato: He aquí la figura del partido. El tahúr lomense tiene un ínfimo stock de virtudes, pero ayer las utilizó todas. Marcó, jugó, hizo jugar y aportó grandes tapes cuando se calzó los ropas de cancerbero. Durante esta semana deberá disfrutar de las mieles del éxito merecido. Los que sabemos de reveces amorosos, valoramos que cuando por una vez en la vida la más linda del baile se apiadó de uno y nos entregó su cariño, no cabe preguntarse que pasará mañana sino simplemente disfrutar.